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El abismo de las hipotecas

Tres cuartas partes de los titulares de estos préstamos tienen contratos variables

España es el paraíso de las hipotecas de tipo variable. El número de contratos suscrito aquí con los bancos es superior al fijado en países como Alemania, Francia, Italia o Gran Bretaña. No porque los españoles lo reclamen más, sino porque así les fue inducido. La cuestión es que, según el Banco de España, tres cuartas partes de los titulares de hipotecas tienen contratos variables, por lo que la cantidad a pagar por la compra de sus viviendas muda cada año, y en algunos casos incluso cada seis meses. La subida del euribor (el pasado año estaba en el 0,46% y ahora por encima del 2,5%), junto a una inflación que ronda los dos dígitos, hacen que los menguados salarios de miles de personas no den para pagar los costes de su primera vivienda.

Un drama escenificado el otro día en «Espejo Público» por una mujer que contaba como de 476 euros por su piso va a pasar a pagar casi 700, sobre un salario de mil. Si además el recibo de la luz se le ha ido por encima de los cien euros, y tiene que hacer frente a la calefacción, la comunidad y el agua, lo que le queda para vivir es nada.

No sabemos si es un caso extremo o hay muchas otras situaciones similares, pero el artículo publicado esta pasada semana por «The Financial Times» bajo el título «Que viene el lobo: los propietarios de vivienda en España al borde del abismo», parece dar una idea bien clara de cuál puede ser la dimensión del problema que se avecina para quienes suscribieron hipotecas variables ligadas al euribor.