Sin Perdón

Abascal y Alvise, los mejores aliados de Sánchez

«No les viene nada mal estar cómodamente instalados en la oposición de la oposición»

Sánchez se podrá jubilar en la presidencia del Gobierno gracias a Abascal y Alvise. No importa la instrucción judicial sobre su mujer y su hermano. No le afecta la corrupción sistémica del PSOE, porque tiene a Conde-Pumpido para limpiar escándalos como los ERE. Es el mejor blanqueador que tiene el sanchismo para legalizar sus excesos. Continuarán los ataques al Estado de Derecho, la colonización de la Administración y cederá ante los independentistas y los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA. Las redes clientelares controlarán las empresas y los entes públicos, así como los organismos reguladores. La nueva política de participación en el accionariado de algunas empresas estratégicas, con el dinero de nuestros impuestos, le permitirá controlarlas. Sánchez puede hacer lo que le venga en gana, porque la fragmentación del centro derecha es su mejor aliado. Es verdad que volverá a perder las elecciones, pero las tres derechas no sumarán y ganará otra legislatura. Con dos sería difícil, como se vio en las pasadas generales, pero la irrupción de Alvise y su chiringuito lo hace imposible. Por supuesto, comparte con Abascal esa pretendida animadversión contra Sánchez, pero es más cosmética que real.

En lo que coinciden es en atacar a Feijóo y el PP. No les viene nada mal estar cómodamente instalados en la oposición de la oposición. Sánchez decía en enero de 2020, cuando todavía existía Ciudadanos, que con tres partidos en la derecha solo perdería el poder si se producía una gran catástrofe o había una crisis económica brutal. No hay que negar que tiene suerte, porque se produjeron ambos escenarios, pero afectaron a todo el mundo. Desde entonces, vivimos instalados en una espiral de endeudamiento público que le permite seguir con su plan de ampliar el número de funcionarios, interinos y laborales, así como de personas que viven del sistema de subvenciones. El PP lo tiene complicado, aunque consiga ganar las elecciones y gobierne la mayor parte de comunidades autónomas. Es bueno recordar que llegó al gobierno en 1996 y 2011 a caballo de las crisis económicas y de una política contundente e implacable contra González y Zapatero. No debería olvidar, si quiere recuperar su techo electoral, lo que hicieron los líderes socialistas contra Suárez, Aznar y Rajoy. Por eso Sánchez está tan contento con Abascal y Alvise.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)