Tribuna

Alianzas y ejes

Las administraciones norteamericanas presente y sobre todo la que salga en noviembre de las urnas serán decisivas para que las alianzas puedan llegar a prevalecer sobre los dos ejes negativos que se oponen al orden mundial actual

A veces, algunas personas me preguntan si creo que llegaremos a tener que enfrentarnos en un futuro próximo ¡a la vez! a Rusia, China, Corea del Norte e Irán. Ojalá pudiera adivinar lo que va a pasar; no creo que nadie lo pueda hacer pues, entre otras cosas, este futuro dependerá de decisiones todavía no adoptadas por los protagonistas del drama internacional actual. Los maestros de estrategia que hasta ahora nos han iluminado no solían inclinarse por predecir el resultado de conflictos concretos, sino, más bien, trataban de extraer de la Historia aquellos principios abstractos que la conducta de los hombres en guerra venían demostrando. Para ayudarles a Udes. a obtener sus propias conclusiones, trataré hoy de diferenciar las alianzas de los ejes y aplicarlas a los dos enfrentamientos abiertos actualmente que nos afectan como españoles y europeos.

Las alianzas militares unen a varias naciones no solo para defenderse o atacar a sus adversarios, sino también para definir y sostener un proyecto ideológico para ellos, aplicable incluso a otros países. Los ejes solo se organizan contra un enemigo común, pero cada parte tiene un proyecto final, muchas veces incompatibles. Alianza por ejemplo es la OTAN, establecida en su día para repeler una previsible agresión soviética en centroeuropa a la vez que promover un orden liberal y democrático mas allá de sus confines. La OTAN sigue siendo la alianza que 75 años después de crearse ayuda a Ucrania ante la invasión del Sr. Putin a la vez que continua defendiendo la manera de ser y creer de la Europa libre.

El eje histórico emblemático fue el constituido por la Alemania nazi, la Italia de Mussolini y el Japón Imperial. Poco unía ideológica y estratégicamente a estos tres regímenes que, de haber triunfado, se habrían probablemente enfrentado entre sí al día siguiente como pasó con los comunistas de la Unión Soviética y los capitalistas de los EEUU. Aquel Eje solo estaba unido por su culto al autoritarismo y su oposición a la democracia. En la actualidad también podemos identificar dos nuevos ejes: el que forman los tres autócratas, Putin, Xi y Kim y el denominado Eje de resistencia que lidera Irán y cuenta con organizaciones extremistas como Hamás, Hezbolá, los hutíes y otros grupos terroristas que operan en Irak y Siria junto al propio gobierno de Bashar al-Asad. El impulso que amalgama estos dos ejes es el odio a Norteamérica y al orden mundial financiero, comercial, militar e ideológico establecido. El Eje de las autocracias y el de resistencia son básicamente independientes uno del otro salvo algún intercambio más o menos disimulado de armamento y mercancías embargadas provocado por las sanciones norteamericanas y europeas. El Eje de resistencia es ideológicamente el más coherente internamente –al compartir la fe chií–, mientras que el de los autócratas trata de disimular los recelos y fricciones geopolíticos que siempre han existido tanto entre Rusia y China como entre la dinastía coreana y la China comunista.

El líder indiscutible del Eje de la resistencia es Irán. En el de los autocracias pudiera parecer que es Rusia –al haber provocado la presente crisis europea–, pero personalmente creo que el Sr. Xi es su personaje clave ya que una de las paradojas de Putin es haber logrado hacer su país cada día más dependiente de China invirtiendo así la relación de hegemonía tradicional entre ellos. Su otra gran paradoja es que, gracias a él, la OTAN se ha ampliado y está cada día mas fuerte.

¿Se cohesionarán internamente más estos ejes en un futuro próximo o incluso entre ellos? Como les dije al principio, no tengo respuesta para algo que depende de la inteligencia de nuestros líderes políticos norteamericanos –¿Estará quizás Trump entre ellos?– y europeos y de su resolución junto al valor de nuestros ciudadanos. Lo que parece claro es que la hora de la verdad se está acercando a la situación en Gaza al poner a Netanyahu y al líder de Hamás Sinwar ante el tribunal de sus pueblos respectivos por haber provocado una situación de enfrentamiento con salida muy difícil. Solo israelíes y palestinos pueden exigir responsabilidades efectivas por una coyuntura que les afecta dolorosamente, no solo a ellos, sino al resto de las naciones y al Eje de resistencia en particular. En cuanto al otro eje, esperemos que el Sr. Xi tome las riendas antes que un Putin, progresivamente acorralado, vaya siendo más y más temerario. Pero la situación en Ucrania evoluciona con más lentitud que en Gaza. Las administraciones norteamericanas presente y sobre todo la que salga en noviembre de las urnas serán decisivas para que las alianzas puedan llegar a prevalecer sobre los dos ejes negativos que se oponen al orden mundial actual sin ofrecer nada más que un futuro de enfrentamiento universal propio de los reinos de taifas.

Las alianzas son mas fuertes que los ejes. Pero debemos permanecer alerta: no siempre se cumple la teoría estratégica. Somos humanos; el errar está en nuestra naturaleza.