Pedro Narváez

Bofetón a Podemos en vísperas de los Goya

El oráculo griego sólo tiene que afinar la dimensión de la tragedia. Los falsos héroes se han alzado contra los dioses y ahora el pueblo los ve como hombres de carne y hueso que no llegaron a atravesar las columnas de Hércules y regresan malheridos por las armas de su propia irracionalidad. El ministro griego Varoufakis tiene una chupa de cuero muy guay pero, amigo, si vas a negociar con Mario Draghi, te estrangulará con su propia corbata. El mensaje del Banco Central Europeo, «lo siento catedrático, no hay dinero», va dirigido a los movimientos como Podemos, que aspiran al suicidio colectivo o a la alineación de las masas, como una Cienciología de Lavapiés. La broma la pagarán cara los griegos, a los que les costará que un banco les preste dinero. Y la sufragarían los españoles si Pablo Iglesias tocara poder junto a su Electra Tania Sánchez, que ya ha asesinado a Clitemnestra, la madre, que es la boquiabierta Izquierda Unida, tras tapar los sucios impulsos de su hermano, el Orestes de Rivas. La noticia llega en vísperas de la catarsis de los Goya, ese sacrificio anual en el que el coro del cine repite el ditirambo contra el Gobierno del PP, que a pesar de sus defectos al menos ha tenido la decencia de contarnos como a adultos la verdad de las cuentas de Europa. El cine era muy del PSOE, pero el ala radical de sus cabecillas ideológicos ya peina coleta en cabeza ajena, aunque de la política cultural de Podemos sólo se conoce «Juego de Tronos». Las televisiones privadas y no las subvenciones han conseguido su mejor taquilla. El sindicato de Podemos mueve fichas para «hackear» la gala. Iglesias no está invitado. Que llamen a Draghi y les cuente de qué va la película en la alfombra roja de los armanis prestados.