PIB

¿Cómo se pagarían?

La Razón
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El agujero de la Seguridad Social específicamente imputable a Cataluña ascendió a 4.964 millones de euros en 2016: el 2,34% del PIB regional. En el caso del conjunto de España, el desequilibrio se ubicó en los 17.757 millones de euros, el equivalente al 1,6% del PIB nacional. Las cifras no sólo ponen de manifiesto las mayores dificultades generales a las que se enfrentaría una Cataluña independiente para hacer frente a las transferencias adeudadas a sus pensionistas, sino también los problemas específicos que experimentaría en caso de proclamar unilateralmente la independencia. A la postre, esos casi 5.000 millones de déficit en la Seguridad Social catalana difícilmente podrían abonarse emitiendo deuda en los mercados financieros: en el corto plazo, tal como han recalcado las principales agencias de calificación, un Estado catalán unilateralmente independizado se enfrentaría a la negativa de los inversores a sufragar su endeudamiento (salvo a tipos de interés muy elevados). Siendo así, ¿cómo podrían seguir pagando las pensiones? La Generalitat siempre ha sostenido que podrá compensar su desequilibrio en la Seguridad Social con el superávit que amasará tras dejar de transferir más de 10.000 millones al resto de autonomías españolas. Y esa podría ser la situación en caso de que se alcanzara la independencia de un modo consensuado y con la pertinente transición. Pero descartado tal escenario –ahora mismo, del todo inverosímil–, no existen auténticas garantías de que una Cataluña unilateralmente independizada vaya a ser capaz de lograr un superávit presupuestario suficiente como para compensar el agujero en sus pensiones. A la postre, no es ni mucho menos seguro que los actuales niveles de recaudación tributaria vayan a poder mantenerse en un contexto de secesión unilateral y rupturista: fugas de empresas, de trabajadores cualificados, desafección de alrededor de la mitad de la población que no reconocería legitimidad tributaria al nuevo Estado y mucha incertidumbre. El cóctel perfecto para una fuerte caída de la recaudación que bien podría llevar a que se esfumara por entero el superávit presupuestario en el que confía la Generalitat tras la independencia. Y, en tal caso, ¿cómo pagar el déficit cierto en su Seguridad Social? No sería posible: o recorte de las pensiones o salida del euro e inflación.