Iñaki Zaragüeta

Existen muchas dudas

La Razón
La RazónLa Razón

Desconozco hasta dónde llegará la historia penal de los concejales y asesores del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Valencia, pero sorprende hasta dónde ha llegado sin tener pruebas fehacientes de lo sucedido. Hablar de una «trama criminal» por un presunto movimiento de mil euros –negado por los afectados- con el único argumento de la declaración de tres o personas que no iban a repetir en sus puestos y desconocedoras de cómo se comportaron las otras, se me antoja desproporcionado.

A ver. Los organizadores de la campaña piden mil euros a candidatos y a quienes van a seguir de asesores. Aportan esa cantidad como siempre en todos los partidos. Hasta ahí, todo legal, habitual y normal.

El meollo. Unos se negaron a darlos por no tenerlos, saber que no repetirían... ¿Cómo saben qué hicieron los demás?.

Lo normal es que no se devolvieran. Una campaña electoral es insaciable y gasta todo lo que se tiene y más. Ahí están las deudas de los partidos por ello.

Y si se los devolvieron a alguien por su penuria económica, no tiene sentido que los reconvirtieran en dinero «b» cuando podían aducir que los habían entregado y, porque sobraban, se los reintegraron. De ahí que no vea la actuación ni participación, nada más y nada menos, que en una «trama criminal de blanqueo».

Se me tildará de no ser «políticamente correcto» pero es lo que pienso. El linchamiento generalizado puede ser una barbaridad e injusto.

Insisto, como siempre, quien la hace que la pague. Si alguien organizó operación de blanqueo que se atenga a las consecuencias, pero un poco de por favor. Así es la vida.