Sergio Alonso

La deuda vuelve a dispararse

El plan de pago a los proveedores que puso en marcha el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, supuso un indudable balón de oxígeno para la Sanidad española, pero el enfermo sigue sufriendo las embestidas de la crisis económica y el tumor ha vuelto a crecer como una bola de nieve. Según los datos conjuntos de Farmaindustria y de Fenin, dos de las principales patronales del sector, los hospitales públicos de todo el país vuelven a adeudar a las compañías farmacéuticas y a los fabricantes de productos y tecnología médica la friolera de 6.018 millones de euros. Es muy probable que, a día de hoy, dicha cifra sea incluso más alta, pues las estadísticas contabilizan sólo las demoras en los pagos hasta el pasado 31 de diciembre. Aunque el volumen global de deuda es inferior al registrado en 2011, la tendencia resulta preocupante. La tábula rasa del Gobierno puso casi el contador a cero, pero éste ha vuelto a dispararse, lo que evidencia que el mal de raíz que aqueja a la Sanidad española no ha sido aún atajado por las autoridades. Se trata, básicamente, de la dificultad extrema que tienen las consejerías para pagar las obligaciones pendientes en un entorno presupuestario menguante, en el que, además, persisten los obstáculos para la financiación en los mercados. En pocas palabras: se muestran incapaces de pagar más cosas con menos dinero. Si añadimos a estos datos el desvío de alrededor de un punto en el déficit global de todas las administraciones en 2012, y la reducción del objetivo para 2013, será fácil colegir que este año será muy duro, más aún que el pasado, a efectos de ajustes. ¿De dónde saldrán, pues, las medidas de ahorro para cuadrar unas cuentas que en 2012 eran ya imposibles? Sanidad, nadie lo dude, tendrá que dar una nueva vuelta de tuerca a los laboratorios y a las empresas proveedoras. Y, mientras tanto, las comunidades no tendrán más remedio que apretar aún más en el llamado Capítulo I, el de personal. Urge una reforma sanitaria integral, porque la bola, como se ve, seguirá creciendo.