Sergio Alonso

Las mujeres toman el mando

Si las mujeres no lo han tenido nunca fácil en el siempre complejo mundo laboral, en el vetusto y anquilosado sector sanitario su camino ha sido, si cabe, más espinoso aún. Catalogable como un entorno tradicionalmente machista, los hombres han copado siempre dentro de él los principales puestos administrativos y de representación. Curiosamente, fue la propia Administración pública la que rompió la tónica con el nombramiento de mujeres en cargos de responsabilidad. Ángeles Amador, Celia Villalobos, Ana Pastor, Elena Salgado, Trinidad Jiménez, Leire Pajín y Ana Mato consolidaron el cambio de ciclo desde el Ministerio, con subordinadas de lujo como Regina Revilla, Carmen Martínez Aguayo, Regina Múzquiz, Ana maría Naveira, Ana Sánchez, Sagrario Mateu o Pilar Farjas, entre otros muchos nombres. Aunque el resto del sector se mostraba más reticente a este tipo de cambio, las mujeres, finalmente, están copando ya los principales puestos de responsabilidad y, además, con nota de sobresaliente. Hoy, puede hablarse de verdaderas gigantes de la Sanidad como Carmen Peña, la mujer que desde la presidencia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos parará, no me cabe ninguna duda, la ofensiva liberalizadora que se cierne sobre su sector. Otro tanto puede afirmarse de Margarita Alfonsel, secretaria general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), o de Elvira Sanz, presidenta de Farmaindustria . En el plano médico, las mujeres también han empezado a copar protagonismo. Recogiendo la estela de Juliana Fariña en Madrid, figuran la admirable Sonia López Arribas, que se está batiendo el cobre para que los intereses espúrios y bastardos no se adueñen del Colegio de Médicos de Madrid, o Rosa Fuster, presidenta de Valencia. No es ajeno a este proceso el cambio que se está operando en los laboratorios. Tras el último baile de «dircoms», las mujeres también están tomando el mando de la comunicación.