Reyes Monforte

Memoria

El drama humano suele golpearnos la conciencia cuando salen a la luz historias como la sucedida hace unas horas en El Vendrell. La noticia suele conmocionarnos un día, pero estas tragedias ocurren a diario, aunque los medios no se hagan eco. La precarización de la vida va más allá de una noticia sobre una ley de plazos o una consulta sobre la soberanía. La urgencia a la hora de tramitar soluciones para realidades que implican auténticas desgracias humanas, debería ser la prioridad de todos, especialmente la de aquellos que tienen en sus manos la responsabilidad de tomar decisiones. José Luis Borges escribió que estamos hechos, en buena parte, de nuestra memoria y que la memoria está hecha, en buena parte, del olvido. ¿Cuánto tardaremos en olvidar el drama de esta familia que acaba de perder a sus cuatro hijos en el incendio de una casa por la que pagaron al banco durante años, fueron desahuciados por no poder pagarla debido a la crisis motivada por la mala praxis de los gobernantes y se convirtieron en ocupas de su propio hogar? Seguramente lo mismo que tardamos en arrinconar en alguna parte de nuestros recuerdos a la primera persona que se suicidó al ser desahuciada de su casa. Esperemos que los que pueden y deben tomar las medidas para cortar esta cascada incesante de dramas humanos tengan memoria y no olviden que es prioritario evitar dramas como el vivido en El Vendrell antes que aprobar leyes para evitar escraches en sus domicilios. Los derechos se tienen, no se dan. Eso también convendría no olvidarlo.