Carlos Rodríguez Braun

Proteccionismo por 2

Es una tranquilizadora verdad que el mundo no ha caído en la espiral proteccionista que lo arrasó en los años 1930. Pero ha habido rebrotes en los últimos años. Desde 2008 han aumentado los subsidios a la industria, la agricultura, las energías renovables, los automóviles y otros grupos de presión que «han distorsionado los mercados globales, alimentado el compadreo, y socavado el libre comercio», dice Scott Lincicome en un trabajo del Instituto Cato (http://goo.gl/Y5GDj). Esto ha impulsado los conflictos en la Organización Mundial del Comercio, y dado pie a reacciones como los «aranceles compensatorios». Lincicome lamenta que Estados Unidos sea «uno de los subsidiadores más grandes del mundo, inyectando miles de millones de dólares todos los años a sectores escogidos, dando lugar a incertidumbre económica y creando el terreno propicio para la corrupción». Los subsidios, típicamente, dan lugar a medidas proteccionistas adoptadas con la excusa de que... hay subsidios. Otro ejemplo de proteccionismo inútil y oneroso en EE UU fue la creación de la Oficina de Protección del Consumidor de la Reserva Federal, denunciada como una nueva burocracia no transparente, no controlable, que fomenta los vicios del intervencionismo, y que se ha dicho que «probablemente aumente el precio del crédito y reduzca el acceso al mismo, dañando así a los mismos consumidores para cuya protección fue fundada», apunta Todd J. Zywicki, de la Universidad George Mason (http://goo.gl/a3KLq).