Gaspar Rosety

Rayo, falso colista

El periodismo deportivo de hoy se ha reducido, peligrosamente, a noticias, comentarios, rumores, a veces berridos, acerca de los dos grandes. Salvo plumas y voces excepcionales y algún programa de televisión que ofrece rigor, todo se circunscribe a dos equipos dentro de una competición profesional que integran cuarenta y dos.

Esto nos impide analizar y adjetivar elogiosamente a los más modestos, clubes que con pocos mimbres aplican una filosofía correcta que no siempre les permite culminar un buen cesto. Como ejemplo cercano, tenemos el partido del Rayo contra el Madrid. Creo que, además de los elogios a Cristiano, Bale y Benzema, merecidísimos, debemos reflexionar sobre el trabajo de entrenadores como Paco Jémez, del que ya escribí en alguna oportunidad.

El Rayo es el club con menos presupuesto de la competición y ha perdido excelentes jugadores de la anterior temporada a la actual. Sin embargo, estas dos situaciones se ocultan gracias a una tarea extraordinaria de planificación y entrenamiento a la que debemos sumar la convicción, el compromiso y el esfuerzo de un grupo de futbolistas elogiables. No gozan de la calidad de sus rivales, pero aportan concentración y disciplina. Cuenta, además, con la buena dirección general de Luis Yáñez.

El Rayo es colista y bien podremos decir que el último de nuestra Liga hace un fútbol de calidad. Paco Jémez hizo jugar al Córdoba y ahora mueve la maquinaria rayista y el sentimiento de una afición especial y de un barrio querido. Su clasificación es ficticia, no hace justicia a su juego y espero que ocupen el lugar que merecen por el bien del fútbol.