Enrique López

Recepción en Palacio

Hoy es el Día de la Hispanidad, fiesta del Reino de España, como así la sentimos muchos. Se celebra la tradicional recepción en el Palacio Real ofrecida por Sus Majestades los Reyes, importante tanto por su significado, como por lo nutrido de la asistencia; he tenido la oportunidad de acudir a varias en los últimos años, y más allá del evento social, siempre se respiran en el ambiente los comentarios sobre los sucesos políticos o de otra índole con más trascendencia del momento. Me imagino que en esta ocasión estarán destacando dos importantes, lo acontecido con el virus ébola y el desafío soberanista en Cataluña. Algo parecido sucedió con el «Prestige», Irak, estatuto de Cataluña, negociación con ETA, el año pasado la forzada ausencia del Rey Juan Carlos, etc. Siempre hay algo nuevo, pero a veces hay temas que permanecen en el tiempo. Recuerdo la recepción de 2005, marcada por la aprobación de proyecto de nuevo estatuto de autonomía de Cataluña en el Parlamento catalán y su envío al Parlamento de la Nación para su aprobación como ley orgánica. Ya en aquel momento, a muchos nos parecía que nos enfrentábamos a un gran problema, mientras que el presidente del Gobierno mantenía que había encontrado la solución a la cuestión catalana con el nuevo estatuto, sostenía que su aprobación nos traería años de tranquilidad; no dudo de su buena voluntad, pero los acontecimientos han superado aquellas buenas intenciones y confirmado las inquietudes que algunos sentíamos. El nuevo estatuto se convirtió en un símbolo para lo bueno y para lo malo, y una no muy afortunada sentencia del Tribunal Constitucional tampoco ayudó. Creo que debemos aprender de los errores e intentar corregirlos, no hay salidas de urgencia, no caben más trampas en el solitario. Las soluciones a los problemas, o las buscamos entre todos o no servirán.