Irene Villa

Rendirse ¡Jamás!

La Razón
La RazónLa Razón

El deporte transforma. Empiezas en la competición por amor al deporte, con el lejano sueño de unos juegos mundiales. Los objetivos son cada vez más ambiciosos, y como en la vida, no puedes –ni quieres– conformarte con los éxitos conseguidos. «Tú mismo y tu mecanismo». Y cuando ese mecanismo se rompe, hay que adaptarse a otros nuevos. Gracias al deporte paralímpico cada vez más personas pueden aventurarse en el fructífero, sano y normalizador mundo del deporte. Otro sueño que vamos poco a poco consiguiendo es que estos admirables deportistas puedan empezar a vivir de su esfuerzo y que los medios difundan la voluntad, perseverancia y superación que reflejan sus competiciones. Y un ejemplo de enorme deportista y de que no hay que rendirse, cuya leyenda en el atletismo será eterna, es David Casinos, que es noticia esta semana por anunciar el fin de una etapa tras tantos éxitos cosechados (5 Paralimpiadas: 4 oros paralímpicos –Récord Mundial y Récord Paralímpico en Lanzamiento de Peso– y un bronce), pero que seguirá en la competición junto a un compañero de viaje y sobre una bicicleta. Tras perder la vista, consiguió transformar la más negra oscuridad en, como dice él, «una oscuridad brillante». Y sigue demostrando que rendirse ¡jamás! «El coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo». A sus 45 años y tras haber visto cumplidos multitud de sueños, David Casinos anuncia que sigue compitiendo y lo hará en una bici-tándem (doscientos metros sprint). «Deprisa y sin frenos», es como él afronta su vida, porque como dice en sus conferencias: «siempre sale el sol, y si no, ya me encargo yo de sacarlo». Con el apoyo de su mujer y entrenadora Celia, la energía de su pequeña y convertido en primer referente del deporte paralímpico en la Fundación Trinidad Alfonso, seguirá demostrando, como ha hecho durante toda su vida, que los sueños se cumplen si crees en ellos y focalizas tu entrega y pasión en alcanzarlos.