Miguel Ors

Secesión (Artur Mas) y selección (Pau Gasol)

La Razón
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L14 Aru

Me ha divertido la Vuelta de este año. La montaña es al ciclismo lo que el gol al fútbol. Mucha montaña, mucha emoción. La Vuelta la ha ganado el italiano Fabio Aru, casi contra el reloj. Modesto, solidario y agradecido, se enorgullece del equipo que le ha arropado: «Sin él, no hubiera ganado». Cristiano: «Rezo todos los días y el ciclismo es lo mejor de mi vida, después de la familia». Admira la mente de Nadal y el arrojo de Contador. Un chico, casi, de otra época.

M15 «Crack»

Xavi, un ex «crack». ¿Qué es un «crack»? «Un homínido muy, muy superior». Leído no sé dónde. Cristiano es un «crack» del gol poderoso, explosivo, detonante. Xavi, un «crack» del sabio, sencillo y honesto hacer. Xavi, estos días, concede entrevistas sabias, sencillas y honestas, como su fútbol. «Yo leo mucho, –confiesa– leo todo, leo hasta lo que me enfada. Lo que me enfada, lo repienso mucho. Saco siempre conclusiones». Xavi es un ser cabal y ser cabal, para él, es ser como Del Bosque: justo, íntegro. Cristiano y Xavi. Homínidos superiores los dos.

X16 Aritmética

Cristiano: ocho goles en dos partidos. Keylor Navas: cero goles en los tres primeros partidos de Liga y en el primero de la «Champions». Rafa Benítez: con su capitanía técnica, el Real Madrid, defensivamente, parece más invulnerable.

Otros hechos, éstos no aritméticos. A los jugadores hay que ponerlos donde son lo que son y rinden como lo que son. Isco rinde y es el que es, brillante, como mediapunta. ¿Por qué rebajar la calidad de su talento haciéndole jugar en parcelas y funciones donde deja de ser él? Tampoco veo alado a Bale donde lo alinea Benítez.

Cuidado con el espejismo del 4-0 al Shakthar. Resultado conseguido –no se eche en olvido– con la colaboración del árbitro Bebek y el portero Pyatov. La aritmética no engaña; los hechos tangibles, tampoco.

J17 Mendibil

En España, árbitros de fútbol de máxima «enjundia» internacional, que dirían en el altillo de la teleserie Acacias 38, ha habido tres: Pedro Escartín, tal vez el que más, Juan Gardeazabal y José María Ortiz de Mendibil. Los tres ya en las dulces y azules nubes del cielo. Ortiz de Mendibil acaba de morir a los 89 años. Nos encontrábamos con frecuencia en el tren –cuando los dos éramos jóvenes– viajando él como árbitro y yo, claro es, como periodista. Era un vasco afable y serio con mirada triste, y sabio.

–Mis pulsaciones –me dijo en uno de esos viajes en los que coincidíamos– son como las del Bahamontes, bajas. El oficio de árbitro –me ilustraba– exige talante frío, inerme a la furia de la pasión. Ser neutral en fútbol es humanamente imposible. El Satanás del árbitro es el error. Yo sufro mucho cuando me equivoco; la gente, sin embargo, asocia equivocación a partidismo. Eso no es verdad, pero, lamentablemente, para nosotros los árbitros, eso es así. A mí –y sonrió contándomelo– me han colgado el sambenito de simpatizante del Madrid, al extremo de que un directivo del Barcelona, recientemente, me decía: «Es usted un buen árbitro. Le admiro, pero le admiraría más si de vez en cuando también simpatizase con mi equipo».

V18 Gasol

Secesión y selección. Artur Mas es la secesión. Pau Gasol, la Selección. Oigo en Radio Nacional, esta mañana, a un entrevistado enfatizando políticamente que «Gasol es un catalán que sirve a España». Qué memez. Gasol, como miles de celtíberos, es, sencillamente, un español que nació en Cataluña, como yo.

Gasol, ayer, acabado el partido contra Francia, declaró que jugar para su país «es algo único, un orgullo». Gasol, como Nadal, son regalos de Dios o de la Naturaleza, como se prefiera. Valores inmaculados (por señorío, por solidaridad, por amor a su patria), valores no descastados por la casta política, gracias a Dios o gracias a la Naturaleza, a elegir. Al final del memorable partido de la Selección contra Francia y los casi 27.000 espectadores del recinto, que cantaron dos veces con unción la Marsellesa, pensé en Hitchcock y me dije: «Ni ‘‘Psicósis’’ ni ‘‘Vértigo’’ ni ‘‘La Ventana Indiscreta’’ ofrecieron tanto y tanta calidad de suspense».