Vergüenza nacional

Hace poco leía una noticia sobre quien había emitido unos polémicos mensajes relacionados con una concentración frente a la sede del partido popular, el día de la jornada de reflexión de las elecciones del 14 de marzo de 2004, y, por si fuera poco, otros sienten celos sobre esto, porque quieren atribuirse su autoría. Vergonzoso. Me da mucha pena ver cómo se frivoliza con los días en los que España se estremeció ante el ataque más furibundo que el terrorismo ha dado en toda Europa, unos días en los que toda España se desangró. Un país que frivoliza con desgraciadas efemérides está enfermo; no voy a entrar en la polémica sobre lo que aconteció aquellos días, lo conozco bien y lo viví muy de cerca. Sólo desearía que honráramos de forma permanente la memoria de todos los que dieron su vida aquel fatídico día y estemos al lado de los que guardan mucho dolor por sus consecuencias. Pero en España se ha producido un fenómeno que algún día podremos analizar con cierta perspectiva; fuimos atacados por el terrorismo yijadista porque éramos el país de Europa que más terroristas de esta especie habíamos detenido con anterioridad, y porque somos una vieja reivindicación territorial del califato musulmán, nada más; pero algunos siguen casualizando el atentado de Madrid por la intervención en Irak, y cometen un profundo error. España es el único país que ha sufrido un gran atentado de este tipo y no ha hecho, salvo un tema de transportes de explosivos, ningún tipo de retoma legal para defenderse de esta amenaza que seguimos padeciendo. Estamos en primera línea de riesgo y así debemos sentirlo; es desolador ver cómo algunos proponen cambios legales respecto al terrorismo pensando que ya no lo vamos a sufrir. El pueblo español ya está preparado para conocer la verdad, y no debemos hurtársela.