Alfonso Ussía

Villancicos laicos

La Razón
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V illancico: Canción popular, principalmente de asunto religioso, que se canta en Navidad y otras festividades. Navidad: Natividad de Nuestro Señor Jesucristo. Día en que se celebra. Tiempo inmediato a este día hasta la festividad de Reyes. Nochebuena: Noche de la vigilia de Navidad. Fuente. Diccionario de la Lengua Española, vigésima tercera edición, Real Academia Española, Espasa 2014, Edición del Tricentenario.

Un colegio de Barcelona ha enviado una circular a los padres de sus alumnos anunciándoles una espectacular noticia. Los alumnos cantarán «villancicos laicos». Es decir, como hacer la Primera Comunión por lo Civil, que así le sucedió a un juez del distrito de Buenavista de Madrid en el decenio de los noventa. –Señoría, un matrimonio con su hija vestida de blanco que desea verlo-; - que pasen-. –buenos días. Ustedes dirán-; -señor juez, no somos creyentes, pero queremos que nuestra hija celebre como todas sus compañeras la Primera Comunión, siempre que no sea religiosa, sino civil. ¿Nos haría el favor, señor juez?-. –No.

El villancico es la canción navideña que cantan las familias en torno al Nacimiento. El villancico en España es una canción popular, como bien afirma la Real Academia Española. Pero fue canción culta en tiempos más lejanos, y la riqueza literaria del villancico está en nuestros clásicos y hasta hoy. Cervantes, Góngora, Lope de Vega, Quevedo, Villamediana, y claro está, Juan de Yepes y Teresa de Cepeda, por no seguir con una interminable relación de talentos. El villancico más breve, preciso y precioso lo escribió un poeta bohemio, Manuel Fernández Sanz, «Manolito el Pollero», virtuoso del donaire y que gracias a Camilo José Cela, Manolo Alcántara, José Antonio Medrano y otros amigos de barras y manteles, que recogían del suelo las servilletas versificadas del «Pollero», se pudo reunir un resumen de sus versos en el libro «Silva, Grillera y Cigarral de Manolito el Pollero», editado por don Camilo en sus Papeles de Iria Flavia. «Cuando con los otros niños/ en Belén jugabas Tú/ ¿Sabías o no sabías/ que eras el Niño Jesús?»

La directora del colegio tiene que ser prima de Ada Colau, o una charnega emparentada con Pedro Sánchez o Pablo Iglesias. ¿Villancicos laicos? Se pueden escribir, siempre que exista alguna referencia a la Navidad, pues en tal caso dejarían de ser villancicos. Por ejemplo: «Llegó Manuela Carmena/ hasta el Portal de Belén,/ y se mostró encantadora/ con la mula y con el buey». Se trata de un villancico laico bien conseguido. La Alcaldesa de Madrid accede al Portal de Belén, pasa olímpicamente del Niño recién nacido, de la Virgen María y de San José, y se dedica a hablar con la mula y con el buey reafirmando de esta guisa el carácter laico de la visita.

En Inglaterra, Francia, Rusia y sobre todo, en Alemania y Austria, el villancico es composición de Arte mayor. «Noche de Paz» es un villancico que ha superado todas las fronteras, y que se canta en millones de hogares de todo el mundo durante la Nochebuena. Pero es religioso, y ese detalle lo convierte en poco deseado para el obsesivo laicismo, que curiosamente, está rebosado de creyentes que no quieren serlo pero lo son.

Otro villancico laico que me ha venido como las servilletas de Manolito El Pollero me lo encontré escrito en un cartón en la Calle Larga del Puerto de Santa María. Es más ordinario que el primero. «Por La Caleta de Cádiz/ llegaron los Reyes Magos./ Teresa mostraba el chichi,/ «El Kichi» mostraba el rabo.../ Por La Caleta de Cádiz/ huyeron los Reyes Magos».

«Villancicos laicos». Insuperable necedad.