Casa Real

Yo, Leonor

La Razón
La RazónLa Razón

He estado mirando lo de Estados Unidos. A mí no me apetecía un pimiento pero Altibajos quiere que estemos todo el día dale que te pego Perico al torno con las cosas que pasan por el resto del mundo. Yo soy más de ver a los tronistas al mediodía o Gandía Shore, pero Altibajos prefiere que seamos unas chiquillas repelentes y nos cuenta ahí sus películas de actualidad.

A mi padre, el pobre, le hizo comprarnos unos puzzles que mi hermana So y yo nos quedamos con cara de gárgolas cuando nos los dio.

Se empeñó en regalarnos unos rompecabezas de la carabela Santa María, otro de la catedral de Santiago y de remate otro del Taj Mahal, así que estamos de un raruno que nos van a confundir cualquier día con las gemelas del Resplandor.

El caso es que estuve viendo lo del pelucón rubio que va a gobernarnos a todos y me sentí muy identificada con el hijo. Barron, creo que se llama el muchacho. Bueno, pues pegó un bostezaco en pleno acto que casi se da la vuelta como los calcetines. Me recordó muchísimo a mi primo Pipe, que es así también disperso.

Yo es que tengo prohibido bostezar. Altibajos no me deja. Dice que como se me ocurra bostezar me abandona en un internado.

Ahora no me dirige la palabra porque el otro día le dije que en vez de tanta pieza y tanto Taj Mahal, nos podían poner los vídeos de Bárbara Rey, que seguro que son entretenidísimos y sale gente conocida. Me dijo que le voy a quitar la vida y todos esos rollos que me mete, pero vamos, que como no se queda contenta y con el cuerpo redondo me amenaza con un reinado en el destierro.

Me he pedido Capri, por si cuela, pero me temo que, por el carácter de Altibajos igual acabo en Ucrania. Pero vamos, que tampoco me iba a ir peor que aquí, que hay comandancias de la Guardia Civil donde se está más relajao. En fin, me voy, que tengo mandarín y luego protocolo. Una vida al límite.