Insensateces
La comida
Esta compañera, casada y con hijos adolescentes, tiene, además, otro componente que no ha pasado inadvertido para la olla de ponzoña que son las redes, azuzadas por los más bajos instintos: es una mujer muy atractiva
Esa olla de ponzoña que son las redes lo han vuelto a hacer. Desde que supo que Carlos Mazón, presidente de la Generalitat valenciana, había pasado una larguísima sobremesa con una periodista, podíamos adivinar que volvería a pasar. Y no nos equivocamos. Desde que se hizo público el nombre de Maribel Vilaplana, todos los medios sin excepción, se encargaron de mostrar sus fotos, su trayectoria y sus datos personales. Vilaplana era de sobra conocida en la Comunidad Valenciana, a la que se ha entregado profesionalmente desde sus inicios. Con ella almorzó Mazón el día nefasto en el que parte de esa región quedaba destruida. Esta compañera, casada y con hijos adolescentes, tiene, además, otro componente que no ha pasado inadvertido para la olla de ponzoña que son las redes, azuzadas por los más bajos instintos: es una mujer muy atractiva. La comida tenía como objetivo que ella aceptara la dirección de la televisión valenciana, pero eso qué importa si lo más importante es hacerse pajas mentales sobre las verdaderas intenciones de Mazón con una mujer tan guapa. Ella ha tenido que hacer privadas sus redes y a su marido le llueven los memes de ciervos. ¿De verdad es esto soportable? ¿De verdad no hay nada ni nadie que pueda ocuparse de una vez por todas de que estas cosas no queden impunes? Hay un pestilente olor a machismo del rancio en estas actitudes. Porque una cosa es que el señor Mazón haya dado muestras claras de una inoperancia, de una irresponsabilidad y de una inutilidad supina para distinguir lo importante de lo que no lo es. Una cosa es que Mazón deba responder de haber llegado tarde, mal y equivocadamente a una reunión fundamental con su equipo de emergencias con una alarma de esas características haciendo ya estragos a primera hora de la tarde; una cosa es que un responsable político alargue un almuerzo hasta las tantas con la que tenía encima su tierra, y otra muy distinta es señalar a esta mujer de manera inmisericorde. Una mujer con familia, con hijos adolescentes que se enteran de todo, y con una trayectoria que no merece vivir lo que está viviendo.
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