La estrategia de la derecha

El buen salvaje
El Gobierno de la República francesa, que no tiene un Franco detrás, bueno, francos tiene, pero no un Franco Bahamonde, prohibió el uso del lenguaje inclusivo en el ámbito educativo porque «dificulta la comprensión y el aprendizaje del idioma»
Lo que le faltaba al régimen del 78 era llamarlo machista. Se le ha tildado de retrógrado y hasta de destilar una pus de cierto fascismo a la manera de aquella década, un fascismo con pantalón de campana oyendo a Nino Bravo. El Instituto Cervantes asegura que la Constitución también es machista. Es parte de la guerra que abrió su director, García Montero, contra la cultura demodé de la RAE para tomar el poder del lenguaje y conquistar al asalto los torreones de lo políticamente correcto desde donde se suicida el sentido común.
La vicepresidenta Calvo encargó un informe a la Docta Casa sobre el asunto del lenguaje inclusivo. La respuesta ya la conocen porque, al contrario que García Montero, emite veredictos lingüísticos y no ideológicos. El Cervantes viene a contradecirla. Es momento de hacer ruido, mucho, mucho ruido para que todo el desastre gubernamental quede en los márgenes. Centrados en el postre moriremos diabéticos y acelerados y no nos daremos cuenta de que nos faltan proteínas, viviendas, por ejemplo. Machismo es una de esas palabras que van perdiendo significado, como fascismo, porque al igual que lo anterior, si todo es machista, nada lo es. Al final, la representación de la realidad es tan confusa que Ábalos y la Constitución vienen a ser lo mismo, que es el gran crimen del discurso posmoderno. Todo es tan relativo que ya no sé si llevo calzoncillos largos o braguitas tipo tanga sin antes consultar con un sexador de diccionarios. El Cervantes viene a decir, como María Jiménez, «se acabó», que para eso ella cantaba con los bajos. El Gobierno de la República francesa, que no tiene un Franco detrás, bueno, francos tiene, pero no un Franco Bahamonde, prohibió el uso del lenguaje inclusivo en el ámbito educativo porque «dificulta la comprensión y el aprendizaje del idioma». La Alianza Francesa cuenta con más de mil centros en el mundo y el Cervantes con unos noventa. Chimpún.

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