Insensateces

Crisis

A mí nunca me alegra que se cancele un programa. Nunca. Ni gustándome ni sin gustarme

Contra todo pronóstico (o a lo mejor, no) podría regresar Sálvame para salvar un trozo de parrilla a Tele5. Al menos eso ha dicho una de sus antiguas colaboradoras que asegura que Mediaset se plantea recuperar el programa si Ana Rosa sigue sin conseguir las audiencias soñadas y que podría estar barajando cualquier cosa con tal de salvar los muebles ante la frustración que provocan sus últimas apuestas. Ni TardeAr ha sacado la cabeza (en las últimas entregas ni siquiera ha conseguido dos dígitos), y le llega más competencia desde TVE con Jordi González y Sonsoles Ónega, que con su programa en Antena3 ha logrado hacerse con una tranquilidad por la que los demás pagarían. El reality «Gran Hermano VIP» tampoco cuaja. Por más virajes que se intenten, cambios en la estructura e incluso modificaciones de última hora en las normas del concurso, tampoco lo está petando. Es más, la cadena rescata a Lara Álvarez para presentar resúmenes a ver si la cosa levanta cabeza. Pero, seguramente, la peor de las situaciones, se la ha llevado «Cuentos Chinos» de Jorge Javier Vázquez, cancelado definitivamente durante la tarde del jueves. A mí nunca me alegra que se cancele un programa. Nunca. Ni gustándome ni sin gustarme. Creo que hay siempre mucha voluntad, mucho esfuerzo, mucha gente cuyo sueldo depende de ese trabajo. Ni siquiera tengo el sentimiento de tanto hater, que parece haber estado esperando que Jorge Javier se pegara una leche para salir a escupirle la bilis. Puede que Jorge no haya estado acertado en algunas de sus manifestaciones o de su actitud, algo amargo, algo revanchista, demasiado altanero. Puede que se haya equivocado expulsando de su audiencia a los que no piensan como él, pero es que él jamás ha engañado a nadie. Quizá esté decepcionado, o haya estado enfermo y ese vértigo le esté pasando factura. Yo creo que es un magnífico presentador que, sólo con su figura, llena la pantalla. A lo mejor no se ha medido, a lo peor la tele es llevar un F-14 a toda velocidad (Carlos Herrera dixit) y todo eso es un peaje demasiado fuerte. Yo le deseo calma y felicidad. Y besos a Fortunato.