Sin Perdón

La dimisión en diferido de Ábalos

«Sánchez se juega su supervivencia y su única alternativa es actuar con contundencia»

Una vez más se confirma que «quien siembra vientos, recoge tempestades». La permanente sobreactuación de la izquierda política y mediática contra el PP tiene como consecuencia que este partido ha aprendido a que ni puede bajar la guardia ni ser misericorde con el sanchismo. Las cosas que se han dicho y escrito contra los populares desde que Rajoy consiguió la mayoría absoluta de 2011 hasta ahora han sido, por regla general, lamentables, injustas, exageradas o manipuladas. Con estos antecedentes, es evidente que el PSOE no puede esperar cuartel. Ábalos, el guardián de los secretos, ha dimitido como presidente de la Comisión de Interior, pero retiene su acta como diputado, aunque le han presionado desde Ferraz y La Moncloa para que la entregue. El escenario es catastrófico para los intereses socialistas, aunque es cierto que su marcha tampoco pararía el escándalo y las exigencias de explicaciones a todos aquellos dirigentes que han adjudicado contratos a los amigos de Koldo. Tras el fracaso en Galicia y las elecciones vascas, las europeas y catalanas a la vuelta de la esquina, la siniestra figura del antiguo hombre de confianza de Ábalos destroza las campañas que pueda hacer el PSOE. Sus candidatos se verán lastrados.

¿Por qué no dimite Ábalos? Todo parece indicar que no tiene una salida profesional y esto produce angustia en sus circunstancias personales y familiares. Los despachos de los conseguidores que pululan por la Villa y Corte tienen un límite de gente a incorporar, pero están llenos, además, de exdirigentes socialistas. La opción de una empresa pública sería un escándalo. Hemos de aceptar que no sabía nada, pero lo mismo que exigían contra sus rivales es lógico que ahora se lo apliquen a él. Su posición como diputado será insostenible, ya que día tras día se hablará de Koldo y sus gestiones ante ministerios y comunidades autónomas. El vía crucis judicial tendrá un largo recorrido, como sucedió con la Gürtel, por lo que el diputado Ábalos será un pesado lastre. El temor en el PSOE es que las ramificaciones del conseguidor sean todavía más amplias, aunque habrá que ver cómo evoluciona la instrucción. Sánchez se juega su supervivencia y su única alternativa es actuar con contundencia.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)