Elecciones catalanas

Cataluña es hoy más constitucional

La Razón
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La encuesta sobre intención de voto en Cataluña que ha elaborado «NC Report» para LA RAZÓN confirma la tendencia al alza de los partidos del ámbito constitucionalista, hasta el punto de que, de celebrarse hoy las elecciones autonómicas, el bloque separatista perdería la actual mayoría absoluta en escaños. Suben Ciudadanos, el PSC y el PP; cae la formación de Carles Puigdemont, que perdería 3 diputados, y cae también, aunque sólo en un escaño, Podemos. ERC y las CUP se mantienen. No cabe duda de que el bloqueo político impuesto por los nacionalistas a una sociedad que, muy mayoritariamente, exige ya la formación de un Gobierno de la Generalitat y no desea la repetición de las elecciones, les está pasando factura, con especial precio para la antigua Convergència, que vería la deserción de 150.000 votantes, que se decantarían bien por la abstención, bien por recalar en ERC. La abstención también afecta en gran medida a Podemos –un 12 por ciento–, mientras que otro 13,5 por ciento de los sufragios que obtuvo en diciembre se volverían al PSC, y ello pese a la buena imagen del líder populista, Xavier Domenech. La equidistancia de los podemitas catalanes, lastrados, además, por el cada vez menos disimulado sectarismo de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tiene mucho que ver en la evolución de un partido que registra, junto con las CUP, el menor índice de fidelidad entre sus antiguos votantes –sólo el 60,7 por ciento confiesa que volvería a votar a Podemos–, circunstancia notable si tenemos en cuenta el escaso tiempo transcurrido desde la última convocatoria electoral. El caso contrario lo representa Ciudadanos, que sube dos escaños y no sólo mantiene el mayor índice de fidelidad de sus votantes, con el 79,1 por ciento, sino que sigue beneficiándose del trasvase de apoyos procedentes del PP y del PSC. Pese a todo, estos dos últimos partidos también recuperan posiciones, con un escaño más cada uno, lo que permitiría a los populares formar grupo parlamentario. Ya hemos señalado que no es esta la primera encuesta que detecta el cambio de tendencia en Cataluña en favor de los partidos no nacionalistas. El cansancio y la frustración del «procés» influye en ello seguramente, –la abstención aumenta– pero, también, el espectáculo de división interna y exceso de tacticismo que están dando los dirigentes separatistas a la hora de gestionar su victoria electoral de diciembre. De ahí que no se entienda, desde los propios intereses nacionalistas, la prolongación del actual impasse parlamentario, que sólo parece beneficiar al ex presidente fugado, Carles Puigdemont. La estrategia actual de mantener el enfrentamiento abierto con el Estado, a expensas de una más que dudosa internacionalización del «procés», se acabará por revelar en toda su equivocación o, al menos, así lo apuntan los sondeos que, mes tras mes, van reduciendo las expectativas del PDeCat, mientras se estanca ERC. Sin embargo, seguimos sosteniendo que lo mejor para Cataluña no es una repetición de elecciones que prolongue la actual situación de inestabilidad institucional sin garantías además de provocar un cambio sensible, dada la errática posición que vienen adoptando los populistas de izquierdas, que hace muy aventurado incluirles en el bloque constitucional. El actual presidente del Parlament, Roger Torrent, está obligado a cumplir el mandato que le dieron los electores de Cataluña hace ya casi cuatro meses. La Comunidad necesita un gobierno que, respetando la legalidad, gestione de una vez los problemas de los ciudadanos.