Tribuna
Elecciones en USA, el dilema americano
La campaña electoral propiamente dicha tiene su inicio el primer lunes del mes de septiembre
La democracia en Estados Unidos está en marcha una vez más con motivo del final del mandato del actual presidente Joe Biden, que ha dimitido cuando su inicial voluntad era la de presentarse a una reelección y pocos días después del atentado contra el candidato republicano Donald Trump. El Partido Demócrata ha empujado a dicha dimisión ante las malas perspectivas electorales evidentes.
La ceremonia de la elección del Presidente de la primera potencia mundial ha comenzado, pues, y en unos tres meses, para noviembre próximo, habrá terminado con un vencedor. Pero el sistema cuenta con un juego de equilibrios que ha funcionado con un grado elevado de efectividad ya que se produce una renovación parcial, al tiempo, del Senado y de la Cámara de Representantes, gozando el Senado de veto y siendo muy habitual que no haya mayorías absolutas de un solo Partido en ambas Cámaras Legislativas. Recordemos que, además, el sistema es presidencialista otorgando amplios poderes a un Presidente que no tiene un Jefe de Gobierno como ocurre en los sistemas parlamentarios europeos. Y que el Tribunal Supremo Federal o de la Unión es designado por integrantes propuestos por el Presidente de turno y ratificados, o no, por el Senado previo expediente muy exhaustivo y público.
En la carrera presidencial americana contarán muchos factores que actualmente rondan no solo por USA, tales como la guerra de Ucrania y sus implicaciones con relación al tradicional del «America first», el voto latino norteamericano oscilante, aunque no siempre marcadamente conservador, y otros muchos factores a tener en cuenta. Respecto de esto último, en la designación de Bill Clinton parece que la inclinación mayoritaria a su favor fue decisiva en noviembre de 1996, aunque, como hemos dicho, no se trata de voto cautivo al tener una impronta relevante el trust cubano de Florida, y no solo por el número de votantes potenciales. El porcentaje actual del voto latino oscila alrededor del 14% del total.
La campaña electoral propiamente dicha tiene su inicio el primer lunes del mes de septiembre, o sea el día 2 de ese mes de este año que es, a su vez, el día en el que se conmemora la fiesta del trabajo en USA, sin que se celebre el 1 de mayo por las concomitancias de dicha fecha con la antigua URSS para los norteamericanos. Dura hasta la celebración de las elecciones el 5 de noviembre, por lo que es muy dilatada en el tiempo.
Hasta hace poco, con el posible pie cambiado que haya cogido a los demócratas la, por otra parte, esperada retirada de Biden, las encuestas revelaban que Trump perdía entre los mayores de 65 años, entre los blancos con educación superior, en el voto suburbano y entre las personas independientes, lo que indica que habrá que ver lo que ocurre a partir de ahora cuando ya aventajaba Trump a Biden en las últimas encuestas previas a la anunciada retirada de este.
Las proclamas principales de Trump, hasta el momento, hacen que se presente como el candidato de la ley y del orden, aunque los americanos también están preocupados por los abusos policiales en perjuicio de minorías raciales. Respecto a las tradicionales relaciones con el complejo militar-industrial americano, ha habido enfrentamientos con Trump, aunque el voto de los militares oscila. Parece que habrá una votación masiva en noviembre y que, ante los rebrotes del Covid, se utilizará masivamente el voto por correo.
No debemos olvidar que en USA no hay un sistema federal electoral y que es cada Estado el que establece el sistema de votaciones respectivas, debiendo actuar con rapidez el sistema postal americano, todo lo que lleva a teorías sobre conspiración y a bulos derivados, además del episodio del asalto al Capitolio que tuvo lugar la vez anterior y cuyas consecuencias finales aún no han cesado.
Además de lo ya dicho, el sistema electoral americano para obtener la máxima magistratura de la Unión se caracteriza por no exigir a los candidatos más requisitos que los consistentes en ser ciudadano por nacimiento en los Estados Unidos, tener al menos 35 años y haber vivido 14 años en suelo americano (Constitución Federal). Cumplidos estos requisitos y recaudados o gastados más de 5.000 $ para su campaña, puede inscribirse ante la Comisión Federal Electoral, al tiempo que autoriza a un Comité para recaudar y gastar los fondos de su campaña.
Aunque la campaña electoral final dura unos 2 meses, como ya se dijo antes, el proceso para elegir presidente dura casi dos años ya que comienza con la inscripción de los postulantes ante la citada Comisión Federal, celebrándose los famosos «caucus» (o asambleas de los partidos) desde el año anterior a la elección hasta la primavera del mismo con primarias. Antes de la campaña se celebran las convenciones de los partidos, se eligen los candidatos y se anuncia al Vicepresidente.
José Manuel Suárez Robledanoes magistrado y profesor de Derecho Internacional.
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