El trípode
El elegido por Dios: «Unidad y paz»
Puso el acento en la situación de Ucrania, con una guerra que está recorriendo su cuarto año de duración, y el gesto de recibir por la tarde a Zelenski
La Misa solemne de comienzo del Pontificado de León XIV dejó varios mensajes para la Iglesia y para todo el mundo. Muy especial fue su intervención al finalizar ésta y antes de la bendición final, en la que destacó la búsqueda de la paz como una destacada misión de la Iglesia. Puso el acento en la situación de Ucrania, con una guerra que está recorriendo su cuarto año de duración, y el gesto de recibir por la tarde a Zelenski, que había acudido a dicha ceremonia al frente de una de las 150 delegaciones oficiales de otros tantos países presentes. La de España –por supuesto sin Sánchez– estuvo encabezada por los Reyes, el Rey de uniforme militar de gala y la Reina vestida de blanco, privilegio de la Monarquía española.
Acabada la Misa y ya en el interior de la Basílica de San Pedro, el saludo de los Reyes fue el de más duración de todos y con gestos de especial afecto y cercanía, y el Rey le trasladó la invitación con el deseo de que visite pronto España. Confiamos en que se materialice lo antes posible, tras la ausencia de Francisco, no fácilmente entendible dada la tradición histórica de España de servicio a la Iglesia. La vocación misionera de León XIV, que como superior de los agustinos ha realizado diversas visitas a nuestro país, da fundamento sólido a la esperanza de que sea así.
El otro gran mensaje que León XIV ha trasladado a la Iglesia es de la búsqueda de la Unidad. Encarnada y presente en la diversidad de etnias y culturas del mundo, pero unida en la única y auténtica doctrina de la fe católica. Unidad muy deseada y necesaria en la actualidad tras un pontificado en el que la división e incluso el enfrentamiento, por desgracia, no han estado siempre ausentes. A estos efectos, es revelador lo afirmado por el cardenal estadounidense Burke, considerado uno de los representantes más cualificados del denominado sector conservador o tradicional. Vale la pena conocer el testimonio que ha dado de la elección de Prevost como Papa, y que no era su candidato inicial: «Su manera de no buscar apoyos, de no defenderse, de no presentarse como candidato (…) hizo darme cuenta de que su elección era la Voluntad de Dios y no la de nosotros…». «La iglesia no necesita que todos pensemos igual, pero sí necesita que todos creamos que Dios sigue actuando, incluso cuando no nos pide permiso». No parece que haya cambiado de opinión y menos aún de principios, sino que Burke se postra ante lo que entendió que era la voluntad de Dios. Unidad y Paz, confiando en el elegido por Él.