Canela fina

Felipe González y la lista más votada

«Felipe González ha dado una lección a Sánchez al defender el Gobierno de la lista más votada, evitando los extremismos estériles»

Se ha hecho un lugar común afirmar que Felipe González es el gran hombre de Estado del siglo XX español, como Cánovas del Castillo lo fue del XIX. Gracias en parte a su posición política y a su relación con el Rey Juan Carlos I se consolidó la estabilidad constitucional de España y el éxito de la Transición. Ahora el expresidente del Gobierno, ante la agria situación de los extremismos de cara a las próximas elecciones generales, se inclina porque se respete la lista más votada. Es una posición de Estado que garantiza moderación y estabilidad. «Lo que debe asegurar la V República –afirmó el general De Gaulle en 1958– es la libertad estable».

Sobre los hombros de Felipe González carga la honestidad con la que abordó sus últimas elecciones generales. Las perdió por 290.328 votos, pero le hubieran bastado unas alianzas de partido para permanecer en el poder. José María Aznar se alzó con 9.716.006 votos. Aliado con el Partido Comunista de Anguita, enmascarado en Izquierda Unida, Felipe González habría sumado 12.065.452. Decidió el entonces presidente del Gobierno que el PSOE, como el resto de los partidos socialistas democráticos europeos, no podía aliarse con los comunistas. Y abrió los portones del palacio de La Moncloa a José María Aznar.

El Partido Popular consiguió en 1996, 156 diputados. La suma de congresistas del PSOE con el Partido Comunista y Convergencia se elevaba a 178. ¿Qué habría hecho Pedro Sánchez ante esta situación? Pues nada más claro. Se hubiera abrazado a los comunistas, que es, por cierto, lo que hará si las cifras se lo exigieran el próximo 23, olvidando que el PSOE es un partido socialdemócrata, ajenos los socialistas democráticos en toda Europa a los partidos totalitarios. Conviene no olvidar que el Partido Comunista gobierna en las dictaduras de Cuba, China, Vietnam, Corea del Norte…

No se trata de una finta, sino de una posición política admirable y muy meditada. Felipe González le ha recordado a Pedro Sánchez lo que tendría que hacer el 23 de este mes: aceptar la lista más votada y rechazar la colaboración con la extrema izquierda que representa Sumar y sus quince partidos. Ha decidido todo lo contrario y por eso salta despendolado de televisión en televisión para arañar los votos que le permitan permanecer sentado en la silla curul de Moncloa, a caballo sobre las más disparatadas alianzas.

Luis María Anson, de la Real Academia Española