El trípode

Francia, ingobernable como España

Resulta interesante ver el resultado tan diferente que unos mismos votos obtienen en función de la correspondiente ley electoral

Tras el resultado de ayer en la segunda vuelta, Macron se encuentra entre lo malo y lo peor para él, y para Francia. Convocó elecciones legislativas anticipadas tras la victoria de Marine Le Pen en las elecciones europeas del 9J, creyendo así alejarla de un fortalecimiento ante las legislativas y presidenciales de 2027 y ha conseguido que el ultra izquierdista Mélenchon lidere la mayor facción del grupo mayoritario de la Asamblea Nacional. El citado personaje, es anti OTAN y anti UE, y por si ello no fuera suficiente, es antijudío, además de comunista radical, manifestándose a favor de Hamás en la actual guerra de Gaza, lo que exime de muchos más comentarios al respecto. Salvo decir que ha contado con el apoyo de Yolanda Díaz en la campaña, para conocer mejor quién es la vicepresidenta segunda y socia del gobierno de Sánchez.

Resulta interesante ver el resultado tan diferente que unos mismos votos obtienen en función de la correspondiente ley electoral. Así, con una ley electoral a dos vueltas como la francesa, la RN con el 38% de los votos ha obtenido 143 escaños, mientras el «nuevo» Frente Popular con un 27% obtiene 182 y los Macronistas con un 23% quedan en segunda posición con 168. También es de actualidad la distinta gobernabilidad de un país a otro en función de la referida ley electoral y también de la «forma de Estado». Apenas hace cuatro días, hemos visto cómo los británicos han votado con una ley uninominal por distrito electoral, en una Monarquía Parlamentaria, y a las 24 horas ya se había reunido en el 10 de Downing Street, residencia del PM, un nuevo gobierno. Dejamos para otra ocasión analizar cómo la ley electoral española de representación proporcional con el modelo d’Hondt, prima a las fuerzas nacionalistas con una sobre representación respecto a la que obtendrían con cualquiera de los sistemas electorales británico o francés. En cualquier caso, Francia se encuentra en una situación de ingobernabilidad con tres grupos –FP, Macronistas y RN– que exige una coalición entre dos de ellas para alcanzar la mayoría de 289 diputados en la Asamblea Nacional. Al muro contra la «ultraderecha» si se le suma otro a su homónima «ultraizquierda», la gobernabilidad le va a exigir a Macron, filigranas más acertadas que esta convocatoria electoral para conseguirla. De momento, a su PM Gabriel Attal que había presentado su dimisión, le ha pedido que continúe para garantizar «la estabilidad», nada menos que ante los JJOO que comienzan en París el próximo 26 de julio. Francia con Macron es ingobernable, como España con Sánchez. Pero tan felices sin «ultraderecha».