Mar en calma

Fuertes

Que la ley contra la violencia de género sirva para protegernos de los criminales, no para criminalizar a todos los hombres

Han pasado 25 años de la partida de nuestra querida y admirada Gloria Fuertes. Decía cosas simples, directas y tan ciertas como que «todo lo negativo hay que eliminarlo. Aunque sea tu amigo, tu padre, tu madre, tu hijo, o tu amor. Porque si se vuelve contra ti no es tu amigo, ni tu padre, ni tu madre, ni tu hijo, ni tu amor». Defendió a las mujeres (su apellido nos recuerda que, aunque a veces vulnerables, ¡seamos fuertes!) y el pacifismo.

25 años tenía la mujer asesinada en Carabanchel, tras descubrir que su expareja degolló a su hija de 5.

Seguimos sin aliento también por el asesinato de Leticia Talavera, madre y enfermera muy querida, a quien siento casi familia. Nuestras madres fueron vecinas en Colonia Erillas, Vallecas, donde guardo recuerdos muy felices de mi infancia. Sus hijos de 3 (Carmen) y 2 años (Álvaro) presenciaron los irreversibles hechos, algo que nos rompe el alma, sin embargo, vivirán con los abuelos maternos llenos de amor y esperanza. Es asombrosa la capacidad de resiliencia del ser humano. Su madre tampoco les va a soltar: les seguirá acompañando. De otra manera.

Los compañeros del Hospital Gregorio Marañón de Leticia se concentraron frente al centro sanitario para reclamar medidas que acaben con la violencia machista. Las excarcelaciones y las reducciones de pena en aplicación de la ley del «solo sí es sí» tampoco alientan. No se trata de buscar culpables políticos o jurídicos porque los únicos responsables son los asesinos, sin embargo, serviría que cumplieran sus penas íntegras y que para casos extremos, monstruosos, sin visos de reinserción, se aplique la prisión permanente revisable. Que la ley contra la violencia de género sirva para protegernos de los criminales, no para criminalizar a todos los hombres.

Por Leticia y por las más de medio centenar de mujeres que sufren esta violencia, seguiremos alzando la voz.

Y no nos queda más opción que ser como Gloria: fuertes.