Sin Perdón

La impunidad de los independentistas

«Estamos ante una clara victoria de los independentistas de ERC, así como de Podemos y los filoetarras»

Al final se ha confirmado lo que era previsible tras la reforma socialista para derogar el delito de sedición y abaratar la malversación. El Estado queda indefenso ante el independentismo. La revisión de las sentencias del «procés» conduce a que sus líderes no sean condenados por desórdenes públicos agravados. El Tribunal Supremo niega que este nuevo delito se les pueda aplicar. La impunidad no ha sido total, afortunadamente, porque puede mantener las inhabilitaciones más altas para los condenados por malversación. Esto perjudica a Junqueras, que no podrá tener un cargo público hasta 2031, pero es una gran noticia para Pere Aragonès. La decisión de la Sala Penal le deja el camino expedito sin que su antiguo mentor, ahora convertido en enemigo irreconciliable, pueda quitarle la candidatura a la presidencia de la Generalitat. El cambio de posición de Sánchez desde que apoyó la aplicación del 155 CE y su defensa de que era rebelión hasta llegar a este auto es un giro de 180 grados que resulta tan incomprensible como inaceptable para una parte de su electorado y la mayoría de la sociedad española.

Hay que tener en cuenta que el Supremo considera que condenar por desórdenes públicos agravados «exige como elemento nuclear la ejecución de actos violentos o intimidatorios». Por ello, la malversación es algo colateral y los independentistas ahora saben que pueden repetir el mismo proceso sin que tenga ninguna consecuencia penal. La única cuestión es que no se produzcan comportamientos violentos o intimidatorios. Nada impide que convoquen otro referéndum ilegal y proclamen la independencia de Cataluña, aunque no tenga efectos jurídicos, pero sí simbólicos. En cambio, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart sí han sido condenados por desórdenes públicos por las protestas en torno a la consejería de Economía, porque se produjo una alteración de la paz pública. No hay duda de que también aprenderán para controlar que el próximo ataque contra la Constitución y la convivencia se realice con la suficiente pericia que les permita soslayar cualquier tipo penal. Estamos ante una clara victoria de los independentistas de ERC, así como de Podemos y los filoetarras. Es un escenario que favorece a Sánchez en su estrategia de consolidar su alianza con los socios de la moción de censura y la investidura, aunque sea a costa de debilitar al Estado.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)