
Letras líquidas
Interrogatorio
El respeto, siempre exigible, pero más en determinados asuntos, se impone como requisito indispensable para no desalentar a las víctimas a exponer su intimidad ante un tribunal
Aunque Agatha Christie ha pasado a la posteridad como la reina del «noir» y el misterio, atesora, sin duda, otro mérito que suele pasar más inadvertido: fue la pionera del «thriller judicial». Esas tramas que van de atrás adelante, alterando el orden lineal en el que suceden los acontecimientos para reconstruir desde el hoy, y en la sala de un juzgado, todo lo que ocurrió ayer. La escritora británica inauguró el género con «Testigo de cargo», que luego Wilder reinterpretó en la gran pantalla, y se lanzó a desarrollar la historia de Leonard Vole, ese joven acusado de asesinar a la mujer mayor y rica que le había nombrado heredero. Y la vía elegida para determinar la autoría del crimen fue la que se usa también en la vida real: la indagación a través de las pruebas, las declaraciones, los testigos.
Estos días se han hecho públicas las imágenes de las declaraciones de Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá en la causa que se sigue contra el exdiputado por un supuesto delito de agresión sexual. Y la polémica, claro, no se ha hecho esperar, en este caso no solo por la filtración (qué útil resulta poder ver eso que normalmente no se ve, y qué importante la labor del periodismo que se asoma a esas oscuridades), sino que la controversia ha llegado por la forma y el tono en los que el juez se dirigía a la denunciante. Ha generado estupor lo incisivo de los requerimientos, como si, de repente, las quejas de los expertos en violencia de género cobraran todo el sentido. El respeto, siempre exigible, pero más en determinados asuntos, se impone como requisito indispensable para no desalentar a las víctimas a exponer su intimidad ante un tribunal. Esa exigencia de neutralidad y tacto en el complejo arte de preguntar no invierte la carga de la prueba ni socava el principio de presunción de inocencia, al contrario, dota al proceso de todas las garantías judiciales necesarias. Y para esclarecer la verdad que se oculta tras una denuncia y dos versiones es imprescindible el rigor y la suficiente inteligencia, precisión y respeto en los interrogatorios. Como los que abundan en el universo Christie.
✕
Accede a tu cuenta para comentar