Aunque moleste

No más deuda

Los malos gestores, como Sánchez, siempre prefieren endeudarse antes que recortar gastos

Está Pedro Sánchez eufórico y no sabe a quién abrazarse. Después de la deuda pandémica y la deuda climática, viene el maná de la deuda militar: millones y millones para pagar a constructores, comisionistas y mediadores de la industria bélica, ante el peligro inminente de una invasión rusa.

Hace tres años se nos decía que el ejército de Putin tenía tecnología de lavadora y se movía con burros, y ahora resulta que se trata de las fuerzas armadas más peligrosas del mundo. Hombre, ni una cosa ni la otra. Los soldados putinianos apenas han avanzado 18 kilómetros en tres años, luego no parece que puedan llegar a Rota en unos días. Pero es cierto que Moscú tiene el arsenal de misiles nucleares más grande del mundo, y aunque no pudiera tomar ni una sola ciudad por tierra, sí que podría llegar en minutos con sus cohetes a cualquier punto del globo. Por eso hay que evitar a toda costa una escalada en la guerra de Ucrania que desemboque en un conflicto con armamento nuclear. No parece que Macron y Starmer tengan esto muy claro. Más bien da la sensación de que quieren ahondar en una guerra con Putin que obligue al empleo de misiles balísticos intercontinentales. Un escenario en el que nadie ganaría. Dijo Einstein que no sabía con qué armas se libraría la Tercera Guerra Mundial, pero que la Cuarta sería seguro con palos y piedras. Es verdad, tras un enfrentamiento atómico, no quedará nada, y eso conviene evitarlo. No es buena idea escalar, por ejemplo, atacando San Petersburgo con misiles OTAN, como propone Zelensky, porque eso provocaría la reacción de Moscú enviando sus Kinzal y Oresnik hipersónicos, de hasta seis cabezas, a París, Londres, Bruselas o quién sabe dónde. Tendríamos la Tercera Guerra Mundial asegurada.

Cierto que, a Putin, un dictador, un autócrata, un tirano, lo que convendría es eliminarlo, pero también dice el refrán que «si no puedes vencer a tu enemigo, pacta con él». Es lo que hace Trump. En lugar de escalar, llegar a acuerdos que permitan parar la guerra, sabiendo que las mayores garantías para la seguridad de Ucrania están en que USA y sus empresas trabajen en el interior del país explotando sus minerales. ¿Alguien cree que a Putin se le ocurriría atacar a los americanos dentro de Ucrania? Ni en pintura. Luego un alto el fuego es conveniente, aunque también conviene que Europa se tome en serio su defensa y tenga unos ejércitos capaces de disuadir a cualquier potencial enemigo, se llame Rusia o Marruecos. Hemos vivido pensando que el amigo americano pagaba nuestra defensa, y Trump no está dispuesto a correr por más tiempo con el gasto que supone mantener en el viejo continente decenas de bases y miles de soldados.

Ahora bien, partiendo de que conviene invertir más en Defensa, lo que no es comprensible es que ese gasto sea a costa de más deuda. Por desgracia va a ser así, y es mala noticia. Habría que recortar gastos superfluos, subvenciones, burocracia política, asesores, chiringuitos, etcétera, para invertir en disuasión militar. Es lo que hacen los buenos gestores. Los malos, como Sánchez, Macron, Starmer o la nefasta Von der Leyen, siempre recurren a la deuda. A fin de cuentas, no pagarán ellos, sino nosotros.