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La misma cara

La ira, el asco y la tristeza dibujan en todos la misma cara (dura), idéntica mueca en políticos del mundo entero... Todos acorralados por líos de sexo «ilícito», enchufes, delincuencias varias, prevaricación, estafas, trinques de chistorras…

Dan Hill, autor de «Emotionomics», experto en el papel de las emociones sobre el comportamiento del consumidor, interpretó la expresión facial de políticos mentirosos o corruptos y concluyó, según el New York Times, que aunque los personajes sean distintos, la expresión de sus caras siempre es igual cuando les pillan «in fraganti». Como el gesto de Anthony D. Weiner, «sex offender» y político por el Estado de Nueva York, aficionado a enviar fotos guarras a mujeres, «El último de una larga y lamentablemente distinguida lista de funcionarios» cuyos rostros tienen una expresión que «Inmediatamente delata la confesión de un hombre poderoso». Los políticos cercados por escándalos se enfrentan a las cámaras «Con los labios fruncidos y tensos, estrechándolos. La protuberancia de la barbilla carnosa, sobre el hueso de la barbilla, se eleva, dibujando una sonrisa invertida en los labios. Si a esto sumamos una mirada hacia abajo, quizás un movimiento de cabeza, ¡tenemos un político deshonrado al instante!». Los labios fruncidos y tensos son señal de ira al sentir que «uno no tiene el control de las circunstancias». Surge de «La falta de avances, la confusión, la sensación de ser tratado injustamente. El resentimiento. Son hombres poderosos acostumbrados a estar al mando que se sienten probablemente vulnerables». La sonrisa alzada, donde el mentón se eleva provocando que el labio inferior también se eleve podría llamarse «Sonrisa invertida, un movimiento muscular que implica expresiones de ira, asco y tristeza». El asco, evolutivamente, se relaciona con «el mal sabor o el mal olor», la expresión significa que intentan proteger la boca de algo tóxico para su carrera. El escándalo les sabe mal. Sienten decepción, arrepentimiento…, ¿vergüenza?, de sí mismos o, más probablemente, de sus circunstancias indeseadas. Es el mismo gesto que lucen el ya condenado Fiscal General del Estado español, Santos Cerdán, el Uno, Koldo, Ábalos… La ira, el asco y la tristeza dibujan en todos la misma cara (dura), idéntica mueca en políticos del mundo entero... Todos acorralados por líos de sexo «ilícito», enchufes, delincuencias varias, prevaricación, estafas, trinques de chistorras…