Sin Perdón

La Operación Ayuso y la prensa sanchista

«Los delirios del diario gubernamental, su emisora de la señorita Pepis y RTVE alcanzan unos niveles bochornosos de mediocridad periodística»

La Operación Ayuso ha demostrado la fuerza de las cloacas socialistas y su férreo control sobre la izquierda mediática, que ha dejado de informar sobre el escándalo de Koldo y sus colegas para centrarse en el acoso a la presidenta madrileña. No hay noticia más interesante que las goteras y las obras del piso de su pareja. Es tan grotesco que debería producir vergüenza que haya medios y periodistas que publiquen este tipo de chorradas. Lo mismo se puede decir de la oposición en la Asamblea de Madrid. El otro día escuché con asombro las intervenciones de los representantes de Más Madrid y el PSOE. Por supuesto, no les interesa nada que afecte a la esposa del presidente del Gobierno. La campaña contra Alberto González, cuyo mayor delito es ser la pareja de Ayuso, les parece legítima y fundada, aunque todavía no sé en qué, mientras que Begoña Gómez tiene que quedar al margen del debate político. La monarquía española no tiene Corte, algo acertado, pero el inquilino de La Moncloa tiene una colección de cortesanos que se caracterizan por su escandaloso nivel de peloteo.

Es una consecuencia de su condición de conversos, ya que eran sus más feroces detractores. No entiendo que Sánchez se fíe de quienes le ponían a parir en público y en privado. Los delirios del diario gubernamental, su emisora de la señorita Pepis y RTVE convertida en el canal temático del PSOE alcanzan unos niveles bochornosos de mediocridad periodística. Lo de montar un escándalo porque Alberto González se viera en un bar con Alfonso Serrano refleja el desprestigio de un periódico que acaba de prescindir de su fundador, Juan Luis Cebrián, que es uno de los grandes periodistas de la Historia de España. El grave error del sanchismo es la desmesura de la campaña emprendida con la Operación Ayuso, porque es hilarante. No sé si el diario gubernamental le dedicará más de cien portadas, como sucedió con Camps, pero no lo descarto. Por supuesto, los medios de comunicación y los periodistas que apoyan a Sánchez se pondrán a disposición de Feijóo cuando sea presidente del Gobierno. España es el país donde lo habitual es la frase de «¿qué hay de lo mío?». Es decir, programas, tertulias y otros chollos.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)