Tribuna

Otros veraneos (VII): Mozambique

Muy al estilo europeo, no se mandan fuerzas de combate, sino que se forma a sus fuerzas armadas para combatir y neutralizar amenazas propias

Otros veraneos (VII): Mozambique
Otros veraneos (VII): MozambiqueBarrio

Lejos queda el arribo de Vasco de Gama en 1497 a aquellas costas del Índico, cuando Portugal indiscutible imperio marítimo de la época, buscaba cómo arribar a la India; perdido en la Historia el reparto de África acordado en la Conferencia de Berlín de 1885; incluso alejado el nacimiento del FRELIMO (1) en 1964 y la Revolución de los Claveles de 1974, que precipitaron la independencia del país un año después. Significativo el grito lanzado en aquel momento histórico: «Päo (pan), paz, terra, libertade, independencia nacional». El pan, prioritario.

Incluso queda lejos el Acuerdo de Paz de Roma de 1992 auspiciado por Naciones Unidas, que ponía fin a una cruenta guerra civil en la que cerca de 200.000 portugueses se vieron obligados a regresar a la metrópoli. España ya participó en aquella misión (ONUMOZ) con un importante contingente. Con la paz volverían 1,7 millones de desplazados. Un contingente humanitario español regresaría el año 2000 con motivo de las graves inundaciones provocadas por una de las cíclicas tormentas tropicales que asolan el país (2). Asumido que en estos países nacidos de procesos de independencia precipitados, cuesta consolidar instituciones, cicatrizar heridas y eliminar la violencia como forma de acción política, llámese esta Estado Islámico en África Central (ISCA), Al Shabaab, o Resistencia Nacional Mozambiqueña (RENAMO) (3).

La provincia más septentrional de Mozambique, Cabo Delgado, lindante con Tanzania al norte, y con el Índico al este, de 80.000 kilómetros cuadrados de extensión y una población cercana a los dos millones de habitantes, región históricamente pobre, alejada de los centros de poder, se vio afectada desde 2017 por el aumento de niveles de violencia vinculados a grupos armados del Estado Islámico, que amenazaban seriamente la estabilidad de la zona y su desarrollo económico. Es cuando la UE, a solicitud del gobierno de Mozambique y con el apoyo decidido de alguno de sus miembros, decidió entre junio y octubre de 2021 crear una misión específica militar (EUTM MOZ) que en septiembre de 2022 alcanzó su capacidad operativa plena. La forman 150 efectivos procedentes de doce países (4) con mando (5) y fuerte participación (55%) de Portugal. Valoro enormemente esta participación, que entraña no sólo el haber superado el difícil aunque imparable proceso de descolonización, sino también aprovechar la cercanía en lengua y cultura del hoy país europeo y amigo.

La misión, con mandato por dos años, no es de combate sino solo de formación de unidades, materializadas en 11 compañías de Reacción Rápida (QRF), cinco de Infantería de Marina y seis de Comandos, a las que se dota de equipo individual y colectivo, así como vehículos ligeros y pesados. Forman parte de esta misión europea en un país amigo que se dirige hacia unas elecciones presidenciales en octubre de 2024, el Teniente Coronel Sánchez González Jefe de la sección J4, del Estado Mayor de la misión, que se encarga de la coordinación y gestión de todo el apoyo logístico de la misma. Comparte responsabilidades con el también Teniente Coronel Pedro Rey que dirige la sección J7 responsable de la formación en materia de instrucción y adiestramiento.

Precisamente en Cabo Delgado donde nació el movimiento independentista y en la que se experimentaron con cultura marxista aldeas comunales al más puro estilo vietnamita, se explotaron a partir de la primera década del 2000, minas de piedras preciosas y tierras raras. En 2017 la petrolera francesa Total Energies localizó un gran yacimiento de gas natural anunciando una inversión astronómica en la región de 20.000 millones de dólares. Pero como es harto frecuente, esta riqueza vino acompañada de desigualdades sociales y exclusiones, coincidentes con falta de servicios públicos, posibles casos de corrupción o abusos en algunas instituciones públicas. La crisis, de la que se aprovechó el IE, estaba servida.

En marzo de 2021 se produjo un violento ataque a Villa Palma, ciudad asociada a la explotación de Total, que contabilizó según algunas fuentes 1.400 muertos. La petrolera suspendió sus actividades y consecuentemente, sus inversiones.

Fue el «motivo», por el que el gobierno de Maputo, la capital del país, pidió ayuda a Europa. Es tanto la protección de la población de los ataques indiscriminados de grupos armados, como la reactivación del motor económico.

Muy al estilo europeo, no se mandan fuerzas de combate, sino que se forma a sus fuerzas armadas para combatir y neutralizar amenazas propias. Más que dar peces, enseñar a pescarlos.

Misión aceptada por una agradecida población, lo que facilita su trabajo. Buena integración con instituciones y responsables gubernamentales, algo no siempre frecuente. ¡Gracias a todos!

(1) Frente de Liberación de Mozambique. (2) Podría explicar el general Fulgencio Coll cómo embarcó dos helicópteros y abundante material humanitario en un AN/25 Antonov. (3) RENAMO desmovilizó el 17 de julio, 350 residuales combatientes. Se felicitó de ello Antonio Guterres, antiguo Primer Ministro de Portugal, hoy S.G. de NN.UU. (4) Portugal, Italia, Grecia, Francia, Rumanía, Bélgica, Finlandia, España, Lituania, Suecia, Austria y Estonia. (5) Comodoro de Infantería de Marina, Rogerio de Brito.

Luis Alejandre Sinteses general (r).