Las correcciones

Paz trumpiana, pero paz

El presidente de EE.UU. ha abierto una pequeña oportunidad para poner fin a la guerra en Gaza

Desde que llegó Donald Trump a la Casa Blanca se ha repetido a menudo que sólo él puede detener la guerra en Gaza. De hecho, logró un alto el fuego de casi dos meses el invierno pasado, en gran parte, torciendo el brazo al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Pero después de este paréntesis, la guerra continuó con más fuego y furia. El presidente de Estados Unidos parecía haber perdido interés en la paz en Oriente Medio.

Esta semana, ha presentado un nuevo plan. Dicen que se ha elaborado en tres días. Se trata de una hoja de ruta de 20 puntos bastante vaga, pero quizás es eso, precisamente, lo que se necesita. El diablo está en los detalles. El plan ha sido pergeñado entre el promotor inmobiliario reconvertido a diplomático, Steve Witkoff, y el «yernísimo», Jared Kushner. Contactaron, junto con el secretario de Estado de EE UU, Marco Rubio, a los Estados árabes, especialmente Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, para intercambiar ideas. Las naciones árabes estaban indignadas por el indisimulado ataque israelí del 9 de septiembre contra los líderes políticos de Hamás reunidos en Qatar para debatir la última propuesta de paz de la Casa Blanca, y habían amenazado con retirarse de los Acuerdos de Abraham, el único logro diplomático de Trump I (con el sello de Kushner) . «Fue principalmente Witkoff. Él se ocupó de los líderes. Jared se encargó de los detalles», explicó un funcionario árabe a «Financial Times».

El plan prevé: el fin de la guerra, la retirada del ejército israelí, la liberación de los 50 rehenes, los vivos (menos de la mitad) y los muertos, el desarme de la organización islamista y la destrucción de su infraestructura militar. Cuando Trump anunció su plan el lunes en la Casa Blanca, Benjamín Netanyahu mostró escaso entusiasmo. En un guiño a los árabes y palestinos, el acuerdo estadounidense afirma que, con la reurbanización de Gaza y la reforma de la Autoridad Palestina, «las condiciones podrían finalmente estar dadas para una vía creíble hacia la autodeterminación y la creación de un Estado palestino». La Autoridad Palestina tendrá su papel en el futuro de Gaza, que tendrá que coordinar con Israel. Quizás este sea el mensaje más novedoso del plan de Trump. La «Riviera de Oriente Medio» se esfuma y a los palestinos se les permite permanecer en su territorio.

Es cierto que hemos visto en el pasado cómo procesos de paz más detallados y meticulosamente preparados se han desmoronado por la mala voluntad o el sabotaje de las facciones más extremistas. Mientras escribo este artículo Hamás sigue sin comprometerse con el plan de paz, pese a la advertencia de Trump de que se enfrentan a «un triste final». Sorprende que la organización que dice salvaguardar los intereses de los palestinos se conmueva tan poco con el reguero de destrucción y muerte causado por los salvajes atentados del 7 de octubre de 2023.

Afortunadamente, en la comunidad internacional existe un consenso de que no se puede permitir un tercer año de conflicto armado. Trump ha abierto la única y probablemente pequeña oportunidad para que se negocie el final de la guerra. El riesgo de que fracase es tan grande como la esperanza que trae consigo.