Al portador
Las pensiones, Feijóo, Sánchez y el zorro
«El presidente pretende atrapar al líder de la oposición en la trampa de la reforma de las pensiones, burda pero diabólica»
Nicolás Maquiavelo (1469-1527), que eligió como modelo de inspiración a Fernando el Católico, defendía que el Príncipe debe ser «astuto como un zorro para evadir las trampas y fuerte como un león para espantar a los lobos». El ejemplo del florentino ilustra la reforma de las pensiones alumbrada –«donde dije digo, digo Diego»– por el ministro Escrivá, jaleada por Sánchez, aplaudida por la facción podemita del Gobierno y bendecida por los líderes sincicales Álvarez y Sordo. El inquilino de La Moncloa, ya en campaña electoral permanente, también ha querido preparar una trampa para elefantes a su adversario Alberto Núñez Feijóo que, con astucia de zorro viejo, intenta sortearla.
El plan de Escrivá, en contra de todo lo que sostenía cuando presidía la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), nombrado por el PP por indicación de Álvaro Nadal, contempla mucho más gasto en pensiones, que se sufragaría con más cotizaciones –impuestos– que pagarían empresarios y trabajadores. La trampa de Sánchez a Feijóo es evidente, pero está ahí. El líder del PP puede criticar la reforma, pero corre el riesgo de ser acusado populistamente de no querer mejorar las condiciones de los pensionistas. Es una baza que Sánchez prepara para los momentos más decisivos de la campaña electoral, lo que significará romper de forma definitiva el Pacto de Toledo que también contemplaba aislar el asunto de las pensiones de la contienda en las urnas. Es algo que, con matices, se ha mantenido desde su firma, pero que el inquilino de La Moncloa y sus socios tampoco dudarán en dinamitar.
Feijóo es zorro viejo de la política y ha detectado la trampa desde el principio, porque es bastante burda, aunque también diabólica. La reforma de Escrivá es poco sostenible, pero políticamente tendrá el aval de unos pensionistas a los que el líder del PP no puede ni quiere contrariar. Significa que no habrá recortes –salvo que en el futuro los impongan otros hombres de negro– si gobierna Feijóo que, consciente de la trampa, insiste en que la mejor fórmula para garantizar las pensiones, ahora y en el futuro, no es subir las cotizaciones sociales, sino lograr que aumente de verdad el empleo en España. Algo así sería lo que haría el zorro de Maquiavelo.
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