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Puntazo

Que alguien se lo traduzca a Sánchez

La opinión sincronizada vendió la victoria del presidente en un tiempo tortuoso para él. Minutos después conocimos la carta de Rutte a Sánchez que en un perfecto inglés no corroboraba la versión libre del presidente.

Entendíamos que Pedro Sánchez se manejaba con solvencia en la lengua de Shakespeare. Los socialistas se han jactado de ello como uno de los hitos de su Presidencia. Después del enésimo enredo, a cuenta del intercambio epistolar con Rutte sobre el gasto en Defensa, la cosa no cuadra. Moncloa regaló una comparecencia para sacar pecho de que se había doblado el brazo a los aliados y que nuestro compromiso no pasaría del 2,1% del PIB. Nada del 5% como el resto de los miembros de la OTAN. La opinión sincronizada vendió la victoria del presidente en un tiempo tortuoso para él. Minutos después conocimos la carta de Rutte a Sánchez que en un perfecto inglés no corroboraba la versión libre del presidente sobre la negociación. El secretario general rubricó ayer que España tendrá que llegar al 3,5% porque la Alianza «no entiende de pactos o acuerdos paralelos». Sánchez necesita un traductor y de paso no pasarse de listo para dejar a los aliados como lelos.