«De Bellum luce»

Lo que se nos viene encima

Nadie tiene la menor duda de que si Pedro Sánchez sigue en Moncloa será gracias a la reedición de una coalición Frankenstein, en la que tendrá que incorporar a más socios radicales y contrarios a España

Noto preocupación entre los que manejan los hilos económicos del país por la que se nos viene encima después del verano. Puede que acaben en casandras de un infortunio que no ahondará los agujeros que ya siente en sus bolsillos esa clase media y trabajadora de la que tanto hablan en la coalición, pero, por si acaso, no es un detalle a ignorar que ellos ya se están preparando para protegerse de los efectos de la resaca de unas cifras macro que no parecen convencer en las urnas a la mayoría social de este país.

La preocupación tiene que ver, principalmente, con los efectos de la inflación y con las nuevas reglas fiscales que traerá el 24 en el marco comunitario. Por motivos electorales el Gobierno acaba de validar de nuevo el plan de gasto que puso en marcha con motivo de la guerra de la Ucrania. Unas medidas que sí o sí tendrán que ser anuladas en diciembre de este año. El BCE ya está presionando a los gobiernos para que recorten el gasto bajo la amenaza de que seguirán subiendo los tipos, y todo esto nos llega en un contexto político en el que las urnas decidirán el día 23 la fortaleza del Ejecutivo que tendrá que gestionar un cambio de escenario y la relativa aparente buena situación económica del país.

El nuevo Gobierno tendrá que recortar sí o sí el gasto público y no será suficiente con un ajuste en las dimensiones de la plantilla de asesores políticos o de ministros, compromiso que ha asumido el líder popular y que, como gesto de ejemplaridad, bienvenido sea. Desde esa élite económica advierten de que vivimos en una burbuja actual de gasto social que ya no es sostenible hoy, por lo que el marco en el que sigue instalada la izquierda, con Yolanda Díaz, como patrona del barco, es una ficción que no puede ir más allá del programa de unas elecciones.

Nadie tiene la menor duda de que si Pedro Sánchez sigue en Moncloa será gracias a la reedición de una coalición Frankenstein, en la que tendrá que incorporar a más socios radicales y contrarios a España. Y todos y cada uno de los elementos de esa nueva mayoría Frankenstein tienen en su lista de exigencias cuestiones que poco o nada tienen que ver con los intereses del conjunto. Serán más fuertes y pedirán más. Claro que el poder económico está preocupado, pero no tanto por su interés particular sino porque ve que esa galaxia de siglas que vivirán de su peaje a Sánchez no puede traer más que la ruina. Y no de ellos, que están acostumbrados a surfear sin perder, sino de la calle.