¿Quién movilizará más a sus votantes?

Después de superar el intento de asesinato, Donald Trump salió muy fortalecido de la convención del partido Republicano a mediados de julio, que cerró filas en torno a su candidato. Pero la retirada del presidente Joe Biden el 21 de julio alteró dramáticamente la dinámica de la campaña. Su vicepresidenta, Kamala Harris, logró rápidamente el apoyo de la mayoría de los 4.700 delegados que votaron por el ticket Biden-Harris en las primarias del partido Demócrata. Harris ha recaudado desde entonces la extraordinaria cantidad de 540 millones de dólares. Según la Comisión Electoral Federal, a finales de julio la campaña de Harris disponía de 219 millones de dólares y la de Trump 151 millones.

El relevo ha dinamizado al partido Demócrata. La vicepresidenta, de 59 años, ha recuperado gran parte del apoyo de los jóvenes y afroamericanos que había perdido Biden. Trump y los Republicanos no pueden cuestionar las facultades cognitivas de su rival, una pieza clave de su estrategia contra Biden. En el debate celebrado el 9 de septiembre, Harris supo combinar ataques a Trump con una defensa de sus anteriores posiciones como fiscal general y senadora. Pero Trump sorprendió al seguir el consejo de sus donantes y asesores. No lanzó ningún insulto contra Harris y criticó la gestión de la actual vicepresidenta en materia económica (alta inflación), descontrol de la frontera con México y supuesta debilidad de liderazgo internacional. Un 21% de los votantes deseaban saber más acerca de Harris. Su actuación fue bastante buena, y supo esquivar – con moderadores que la favorecieron -- preguntas sobre posiciones radicales que ha moderado. La clave es cómo juzgarán el debate los indecisos e independientes.

Tres de las cuatro últimas encuestas muestran que Harris aventaja por un margen pequeño a Trump en porcentaje de voto a nivel nacional. Son las primeras en realizarse después de la retirada del candidato independiente Robert Kennedy Jr., que decidió apoyar a Trump.

La de Quinnipiac otorga un 49% del voto a Harris y 48% a Trump. Según dicho sondeo, el 98% de los Demócratas votarán por Harris y el 94% de los Republicanos lo harán por Trump. Cada candidato recibe el apoyo de 45% de los votantes independientes. La encuesta del Wall Street Journal da un punto de ventaja a Harris sobre Trump (48% a 47%). En la de Reuters/Ipsos Harris recibiría un 45% y Trump un 41%. En la de Rasmussen Trump obtendría un 48% y Harris un 46%.

En 2016, con victoria de Trump sobre Hillary Clinton, y 2020, cuando Biden se impuso a Trump, los estados que decidieron las elecciones fueron Pennsylvania, Michigan, Wisconsin, Georgia, Arizona y Nevada. Los ganó Trump en 2016 pero perdió en 2020. Recordemos que en el año 2000 el Demócrata Al Gore obtuvo un porcentaje del voto nacional (48,4%) superior al del Republicano George W. Bush (47,9%). Pero fue Bush quién acumuló 271 votos electorales por 266 de Gore. Lo mismo sucedió en 2016, cuando Hillary Clinton ganó el voto popular (48,2% a 46,1%) pero Trump acumuló 304 votos electorales.

Por ello hay que fijarse en los resultados de las encuestas en los mencionados seis estados y Carolina del Norte, cuya población afroamericana es sustancial. En Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, Trump y Harris están empatados o su ventaja (2 o 3 puntos) entra dentro del margen de error. Harris también ha logrado igualar a Trump en Georgia, Arizona y Nevada.

En la encuesta de Rasmussen, Harris aventaja a Trump por 21 puntos entre las mujeres, mientras que Trump tiene 18 puntos más de apoyo entre los hombres. Los asesores de Trump desean que critique la gestión de Harris como vicepresidenta y sus posicionamientos radicales.

Biden encargó a Harris poner orden en la frontera con México. Desde 2021 se han sumado 2,5 millones de inmigrantes ilegales a los 10,5 millones que ya estaban en EEUU. Harris apoyó retirar financiación a los departamentos de policía durante la ola de disturbios en 2020. Financió un fondo para pagar la fianza de criminales que saqueaban tiendas y atacaban a la policía. Era partidaria de disolver la unidad de control de inmigración y fronteras (ICE). Quería prohibir el fracking, que ha permitido a EEUU convertirse en el primer productor de petróleo y gas natural del mundo. Incluso defendió que no se coma carne y que disminuya la población en aras de la lucha contra el cambio climático.

Las máximas preocupaciones de los estadounidenses son el coste de la vida, el descontrol en la frontera con México, la criminalidad, el derecho a abortar y la fortaleza de su democracia. Los votantes se fían más de Trump en relación con la economía, la inflación, la frontera con México, la guerra en Ucrania y la criminalidad. Confían más en Harris en relación con la defensa del aborto, de la democracia y la lucha contra el cambio climático.

Además del debate, la clave será qué partido y candidato logra una mayor movilización de sus votantes. En EEUU se vota en martes. Estar empadronado no concede el derecho a votar. Hay que registrarse.