La situación

El regreso de Puigdemont

«Cabe imaginar que los jueces europeos se preguntarán por qué tienen ellos que entregar a Puigdemont, si el Gobierno se muestra tan feliz en su compañía»

Hace seis años, Puigdemont se metió en el maletero de un coche y huyó de España después de cometer varios delitos. En este tiempo, el Tribunal Supremo ha batallado ante los sistemas judiciales de varios países y de la Unión Europea para conseguir la entrega del prófugo, lo que permitiría someter sus actuaciones a la ley española. En los últimos meses, decisiones del Parlamento comunitario y de los tribunales europeos han avalado las peticiones del juez Pablo Llarena y parecía estar más cerca el momento de ver a Puigdemont de vuelta en España, prestando declaración ante un magistrado. Por tanto, se aproximaba el momento de que Pedro Sánchez cumpliera con el compromiso que adquirió ante los españoles en el debate televisado previo a las elecciones de noviembre de 2019.

Aquella promesa podría cumplirse pronto, aunque con un desenlace contrario al anunciado: sí, Puigdemont volvería, pero como un hombre libre, en loor de multitudes independentistas y con la aquiescencia de sus socios, PSOE y Sumar. Veremos si Sánchez acepta las condiciones del prófugo.

Cabe imaginar a los jueces europeos a los que el Tribunal Supremo español ha pedido colaboración, viendo la imagen de Puigdemont sonriente reunido con una aún más sonriente Yolanda Díaz. Cabe imaginar que se preguntarán por qué tienen ellos que entregar a Puigdemont, si el Gobierno español se muestra tan feliz en su compañía y negocia con él la formación de un bloque parlamentario para investir a Pedro Sánchez. Y cabe imaginar que también se preguntarán por qué las autoridades españolas llevan seis años haciéndoles trabajar en este caso, si al final es el propio gobierno español el que legitima al huido, lo convierte en interlocutor político y estudia aplicar una amnistía –quizá inconstitucional– para «pasar página» de lo ocurrido en Cataluña, en palabras del presidente en funciones.

Asegura Borja Sémper que la reunión de Yolanda Díaz con Puigdemont ha sido un «escándalo», y remata Alberto Núñez Feijóo que ha sido un «bochorno». Dice, además, que ya no es útil reunirse con Junts, después de escuchar a Puigdemont exigir amnistía y autodeterminación. ¿Dónde ha estado Feijóo todos estos años?