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Sexo sórdido

Dado que todo el mundo conoce el asunto de los siete votos en poder de Junts –que pueden costarle la cabeza al presidente socialista del Gobierno– ya no cuelan los cuentos

¿Por qué Illa y Puigdemont se empeñan en llamarle amor cuando quieren decir sexo?

El relato que el PSC intenta difundir para explicar por qué su líder y presidente regional se reúne en Bélgica, para charlar amigablemente con un prófugo de la justicia, es que se trata de una apuesta socialista por restituir la normalidad institucional.

Apuesta es, desde luego. Pero no es socialista, ni es nada normal. Y, desde luego, carece de la seriedad y solemnidad de lo institucional. Dado que todo el mundo conoce el asunto de los siete votos en poder de Junts –que pueden costarle la cabeza al presidente socialista del Gobierno– ya no cuelan los cuentos. Es una desesperada apuesta meramente particular.

Illa dilapida la seriedad de la institución. Y una institución que no es seria ni se hace respetar, deja de serlo. Con esta iniciativa –pensada atropelladamente y peor ejecutada– ha tirado por la borda la posibilidad de ser el presidente de todos los catalanes y ha perdido cualquier posible prestigio institucional. Hasta el más lerdo entiende perfectamente que, si la normalidad institucional que se nos propone va a consistir en desplazarse hasta la casa de un prófugo en el extranjero y compinchar con él, muchos catalanes no quieran tener que ver con una institución de ese tipo. Finalmente, es el segundo presidente de la Generalidad que viaja al extranjero para compinchar con gentes raras, sea Andorra o Bélgica. Como institución, la Generalidad ha sido tan sobada y manoseada repetidamente para conseguir fines particulares y alcanzar intereses propios, que empieza a desprender un desagradable tufo rancio de trasto manoseable, de mafia limitadita y pobre. Tan míseros horizontes hacen pensar en los catalanes que también tienen cuentas pendientes con la ley, pero que no disponen de siete votos decisivos. ¿Se reunirá Illa también con los Hell’s Angels barceloneses fugados de España y así restituirá la supuesta normalidad institucional?