Medios de Comunicación

Balance del arbitraje

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El derecho al olvido y la protección de datos, y el plagio en internet son los principales motivos de las resoluciones dictadas a lo largo del pasado año 2015 por la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo, un organismo de mediación para evitar demandas o querellas periodísticas, que presentaba ayer su memoria anual.Según dicha memoria, en 2015 se dictaminaron 17 resoluciones que también se refirieron a la intimidad en un espacio público, respeto a la propia imagen, derecho a la cláusula de conciencia y la información veraz y opinión libre.La inmensa mayoría de las quejas que recibe esta Comisión están referidas a la prensa escrita y a los medios digitales, por encima de las que se reciben sobre medios audiovisuales, explicaba ayer miércoles la vicepresidenta de la institución, María Dolores Masana, en la presentación de la Memoria 2015.Por su parte, el presidente de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo, Rafael de Mendizábal Allende, señalaba que «el sistema democrático se sostiene gracias a dos columnas: la libertad de expresión y la independencia judicial». A su juicio, «la Comisión se mueve entre el ejercicio del derecho a suministrar información veraz y los que la difunden, ponderando éticamente la práctica profesional del periodismo. Para ello, dispone del Código Deontológico, elaborado y aprobado por la FAPE, no impuesto desde fuera». De hecho, esta comisión no impide o coarta en ningún caso el acceso a la justicia, pero es cierto que se ha convertido en un filtro para evitar demandas de una forma sencilla, gratuita y rápida, descargando de este modo a los tribunales de nuevas causas judiciales.

Desde su creación en 2006, la Comisión ha dictaminado más de 130 resoluciones, aunque en ellas «no se sanciona, sino que se advierte y aconseja», ha explicado Mendizábal, que ha comentado también que en la actualidad trabajan en tres informes que les han pedido sobre el tratamiento informativo del terrorismo (desde el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo), de la eutanasia (desde la Organización Médica Colegial) y otro sobre violencia filioparental. Mendizábal, que fue magistrado en el Tribunal Constitucional, ha explicado que esta Comisión vela por el cumplimiento del código deontológico de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y que está formada por periodistas y juristas. «Somos guardianes de la información veraz» pero sin «entrar en el terreno de la censura», ha recalcado.

De hecho, la Comisión aplica principios deontológicos propios, nunca preceptos jurídicos, aun cuando estos se encuentren muchas veces presentes por tener un contenido ético.

Y es que no hay que olvidar que las resoluciones que dicta la Comisión siempre están motivadas y hasta ahora dictadas por consenso; además, tienen un carácter simplemente declarativo y nunca sancionador. En el supuesto más desfavorable para el periodista son simplemente un reproche para que no se repitan las malas prácticas, detectadas ocasional y esporádicamente.

Por eso, Mendizábal ha resaltado que esta Comisión «es de naturaleza social, no oficial, y es ajena al sistema judicial» y ha abogado porque en un futuro tenga más presencia en foros internacionales. Masana ha coincidido con Mendizábal en recordar la frase del tercer presidente de los Estados Unidos, Thomas Jefferson: «Es mejor un país sin gobierno que sin prensa libre».