Parresía
Lo de Venezuela
Ha tenido Pedro Sánchez un gesto humanitario al recibir al líder opositor en Moncloa. Otra cosa es lo que decida en unos días Europa sobre su futuro estatus
Lanzar bulos inconsistentes en un plató de televisión debería apartarte ya para siempre de tu carrera a La Casa Blanca pero -ignoro por qué- eso no ocurre con Donald Trump. Es cierto que su rival, Kamala Harris, va ganando en las encuestas tras ese primer debate televisivo con el republicano y, ahora también, la influyente música «swiftie» suena junto a ella. Sin embargo, a Trump no parecen haberle hecho tanto daño sus hilarantes afirmaciones de aquella noche (barbaridades como que los inmigrantes, en Ohio, se están comiendo las mascotas de la gente que vive allí).
En el país del rey de las fake news, solo si eres multimillonario puedes huir de todo y recurrir a Space X, la empresa de Elon Musk, para convertirte en turista espacial. El primero de la historia -un estadounidense de 41 años- nos explicaba el otro día, desde el espacio, que el mundo le parecía perfecto. Y ésta que os escribe cerraba entonces los ojos y se imaginaba junto a él, lejos del ruido, las guerras, las calamidades, el cinismo, la hipocresía humana, las dictaduras…
Al abrir los ojos, de repente, saltó a mi pantalla el alarido del presidente de la Asamblea venezolana, a la vez que hermano de Delcy Rodríguez y hombre de confianza de Nicolás Maduro. Duele nuestra hermana Venezuela. Tan extremadamente rica y tan falta de libertades. Demasiados años ya cautiva, en manos de un régimen corrupto.
Ésta también ha sido la semana de la colisión política entre los parlamentos español y venezolano, a cuenta de los tejemanejes de Maduro. La semana de la huida a Madrid del hombre que realmente ganó las elecciones. La semana en la que, aquí, Congreso y Senado han aprobado reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela. Por mucho que los chavistas nos busquen las cosquillas, España no perjudicará la situación. Acogemos a los refugiados…, y poco más. Ha tenido Pedro Sánchez un gesto humanitario al recibir al líder opositor en Moncloa. Otra cosa es lo que decida en unos días Europa sobre su futuro estatus.
Por lo demás, ya queda menos para que sepamos si se archiva o no el caso Begoña Gómez. Me imagino a su marido cruzando los dedos, ansioso, ante el otoño caliente que se le avecina: el PSOE suma ya 25 derrotas parlamentarias (y una de ellas la ha propiciado, atención, su socio nacionalista del PNV). También está por ver si Junts apoyará los próximos presupuestos. No nos olvidemos tampoco de la crisis migratoria no resuelta, de la nueva financiación autonómica a gusto de ERC… Sí, nos espera un otoño de revueltas.
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