Canela fina
El voto útil
«Sin renunciar a sus convencimientos ideológicos, los ciudadanos deben reflexionar a quién dedicarán, para bien de España, el voto útil»
Es necesario hacer el esfuerzo –a veces casi heroico en la semana más vacacional y calurosa del año– para ir a votar. La primera utilidad del sufragio consiste en depositarlo en la urna. «El voto útil de la abstención es una entelequia», escribió Gil Robles en los años treinta cuando encabezaba la CEDA y derrotaba a la izquierda radical.
A mi manera de ver conviene apelar al voto útil, cuando a pocas horas de que concluya la fatigosa y fatigante campaña electoral, suena la hora de la verdad. Las urnas esperan a las españolas y a los españoles bajo el sol ardoroso y las extremas temperaturas. Y no se trata sólo de que la ciudadanía discierna quién es la candidata o el candidato más afín a sus planteamientos. La distorsión que Sánchez ha introducido en la jornada electoral, convocada en la peor semana del año para votar, ha enrarecido una situación que parecía clara y ya no lo es. Habrá que convenir que, desde su punto de vista, el líder socialista ha acertado. Lo tenía todo perdido tras el 28-M, pero su reacción fulminante encauzó una vez más sus aspiraciones. Socialistas cercanos a él estaban dispuestos a eliminarlo como candidato en las elecciones generales previstas para el próximo otoño. Pedro Sánchez desbarató la jugada, anticipando la convocatoria electoral, y además desconcertó a los responsables de unas encuestas enfrentadas con una situación inédita de vacaciones y calor. Sería absurdo negar la habilidad que ha demostrado el sanchismo para distorsionar la situación.
Teniendo en cuenta la ley D’Hondt y las circunstancias de la convocatoria electoral, los ciudadanos deben reflexionar sobre el voto útil, sin renunciar a los convencimientos ideológicos de cada uno. No votar constituye un grave error. Votar desde la vehemencia puede convertirse también en otra equivocación. Las circunstancias exigen reflexionar cómo resultará más eficaz el voto que se va a depositar en la urna. La democracia pluralista plena, perfeccionada por medidas electorales que condicionan, exige esa reflexión final del voto útil. Ojalá que, para bien de España, no se equivoquen los que tienen con su papeleta la capacidad de dar continuidad estable y ordenada a la historia de España.
Luis María Anson,de la Real Academia Española.
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