Sociedad

Papa Francisco

El Papa Francisco, con tricornio de la Guardia Civil

Agentes de la Academia de la Guardia Civil de Baeza entregan al pontífice el sombrero símbolo del instituto armado español en la Plaza de España en Roma

Un grupo de agentes de la Academia de la Guardia Civil de Baeza entregaron hoy al Papa Francisco un tricornio, al final de la ceremonia de la entrega floral ante la imagen de la Inmaculada Concepción en la Plaza de España en Roma.

Se trata de un grupo de once agentes y profesores de la Academia de la Guardia Civil de Baeza (Jaén, sur) que peregrinaron a la capital italiana con motivo de la festividad de la Inmaculada.

Al término de la ofrenda floral, antes de montarse al coche para regresar al Vaticano, el pontífice saludo a los agentes ante las puertas de la embajada española ante la Santa Sede, en la céntrica Plaza de España.

Fue en ese momento cuando la teniente Alejandra Quesada Sanz entregó al papa el tricornio, el sombrero símbolo del instituto armado español, e incluso se lo puso sobre la cabeza durante unos instantes, suscitando el aplauso de los asistentes.

Los agentes posteriormente participaron en la recepción que la embajada española ofrece cada año con motivo de la festividad de la Inmaculada Concepción.

Como cada año, el Papa acudió hoy a la plaza de España de Roma para la ofrenda floral ante la columna de casi doce metros sobre la que se asienta la imagen de la Inmaculada, levantada en esta céntrica plaza romana frente a la embajada española.

Allí le esperaban miles de fieles, autoridades como la alcaldesa de Roma y una delegación de la embajada, encabezada por la embajadora ante la Santa Sede, María del Carmen de la Peña.

Esta tradición papal empezó en 1857, tres años después de la definición dogmática de la Concepción Inmaculada de la Virgen María, que formuló el papa Pío IX (1846-1878).

Aquel año, por voluntad de ese pontífice, se erigió el monumento en la romana Plaza de España, sufragado por los fieles españoles, y fue él quien lo bendijo el 8 de septiembre de 1857 desde el balcón central de la embajada española ante la Santa Sede.

Durante toda esta jornada festiva, numerosos fieles e instituciones fueron realizando ofrendas florales a los pies de la columna de mármol.

Como dicta la tradición los primeros en hacerlo fueron los bomberos de Roma y, a primera hora de la mañana, subieron a lo alto de la columna para colocar una corona de flores en el brazo derecho de la Virgen. Efe