Ciudad del Vaticano

Hacia una Iglesia más universal

Cuando llegue el momento de elegir a un nuevo Pontífice, el cónclave contará con una representación más amplia. Los 17 nuevos purpurados proceden ya de los cinco continentes

Hacia una Iglesia más universal
Hacia una Iglesia más universallarazon

Cuando llegue el momento de elegir a un nuevo Pontífice, el cónclave contará con una representación más amplia. Los 17 nuevos purpurados proceden ya de los cinco continentes

Francisco ha demostrado siempre una significativa sensibilidad hacia los dramas más acuciantes del siglo XXI. Los conflictos armados, la pobreza, el tráfico de personas, el terrorismo internacional, los refugiados y la persecución que los cristianos sufren sobre todo en Oriente Medio protagonizan cada semana sus discursos, homilías, saludos o llamamientos. Un hecho que también ha inclinado la balanza hacia un Colegio Cardenalicio más universal, en el que estén representadas estas tragedias y las problemáticas que sufre el mundo actual. De esta manera, cuando llegue el momento de convocar un Cónclave para elegir nuevo Papa de la Iglesia católica estarán representadas también las periferias, aquellos países en los que nadie antes pensaba. En definitiva, una Iglesia de todos y para todos, sin exclusión por razones geográficas o políticas.

Ya se pudo comprobar en los dos consistorios anteriores convocados también por Francisco, y ha quedado de manifiesto de nuevo en el anuncio que realizó ayer. Los 17 nuevos purpurados proceden de 11 naciones de los cinco continentes, de lugares tan dispares como República Centroafricana, Venezuela, Isla Mauricio o Papúa Nueva Guinea, aunque tan sólo 13 de ellos tengan derecho a voto.

En definitiva, cinco son de Europa, cuatro de América septentrional, dos de América meridional, tres de África, dos de Asia y uno de Oceanía. Hay que subrayar que gracias a este nuevo consistorio, siete naciones que no tenían cardenales antes contarán a partir de ahora con uno. De estos países, cuatro tendrán cardenales electores (República Centroafricana, Bangladesh, Isla Mauricio y Papúa Nueva Guinea) y tres con cardenales no electores (Malasia, Lesoto y Albania).

Entre la lista de elegidos, ha sido designado el nuncio apostólico en Siria, el italiano Mario Zenari, como muestra de la cercanía y preocupación del Papa por la situación que se vive en el país a causa de la guerra y el terrorismo. Pero entre los elegidos también se encuentra Dieudonné Nzapalainga, arzobispo de Bangui, capital de la República Centroafricana, hasta donde acudió Francisco el pasado noviembre con el objetivo de lanzar un mensaje de esperanza y paz en medio del cruento conflicto civil que vive el país.

La nación que más purpurados estrenará será Estados Unidos, que contará con tres nuevos: el de Chicago, Blase Cupich; de Indianápolis, Willian Tobin; y el nuevo prefecto del recién creado departamento de Laicos Familia y Vida en el Vaticano, Joseph Farrell.

América Latina también estará bien representada con el nombramiento de Sérgio da Rocha, arzobispo de Brasilia, capital de Brasil, y una de las iglesias locales con más vitalidad del mundo. Para México va a parar otra birreta cardenalicia en manos de Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla, situado en el norte del Estado de México. Por último, Francisco ha querido estar cercano a la terrible situación que se vive en Venezuela y creará cardenal a Baltasar Porras, arzobispo de la ciudad de Mérida.

Además del arzobispo de Madrid, el Papa ha elegido a otro europeo, Jozef De Kesel, arzobispo de Bruselas. Y como de costumbre, también creará cardenales a algunos que no tendrán derecho a voto pero que por su testimonio y labor apostólica en los años precedentes quiere honrar con tal reconocimiento. Son dos arzobispos, un obispo emérito y un sacerdote. «Ellos representan a muchos obispos y sacerdotes que en toda la Iglesia edifican el pueblo de Dios, anunciando el amor misericordioso de Dios en el cuidado diario del rebaño del Señor y en la confesión de la fe», explicó el Pontífice.

Se trata de Anthony Soter Fernandez, arzobispo emérito de Kuala Lumpur (Malasia); Renato Corti, arzobispo de Novara (Italia); Sebastián Koto Khoarai, obispo emérito de Mohale’s Hoek (Lesoto, África) y el sacerdote, de la archidiócesis de Shkodrë-Pult (Scutari, de Albania).

El Colegio Cardenalicio está irremediablemente unido al Sucesor de Pedro y debe ser renovado prácticamente cada año, ya que algunos de sus miembros alcanzan los 80 años, el límite establecido para poder votar en el Cónclave.

Ahora, el citado colegio se compone de 228 miembros, de los cuales 121 son electores y 107 no electores. Sin embargo, el próximo 28 de noviembre el cardenal Sarr de Senegal cumplirá 80 años, por lo que perderá su derecho a voto y pasará ser «no elector». A partir de esa fecha serán 120 cardenales electores y las naciones con cardenales electores 58.

Simoni, de sacerdote a cardenal

Ernest Simoni, un sacerdote que sobrevivió a la pena de muerte que le impuso el régimen comunista de Albania en 1963, también será cardenal. Francisco le ha querido así reconocer el sufrimiento que vivió en aquella época, pero sobre todo que no renegara de la fe. Simoni contó su testimonio a Francisco cuando éste acudió a Albania en 2014. El Papa, después de escucharlo y abrazarlo, rompió a llorar.