Cerebro
Nuestro cerebro emocional necesita contacto social
La relación cercana con los otros reduce el estrés y la ansiedad. ¿Cómo podemos seguir conectando en esta época de distancia social, en la que los abrazos, los besos o la cercanía física son peligrosos?
Conectar con otra gente cuando estamos angustiados, preocupados o ansiosos nos ayuda a reducir nuestros niveles de estrés. En estas situaciones, se activa nuestro sentido de búsqueda de un cuidado materno-infantil, por el que, aunque nos resulta difícil dejar que los otros se nos acerquen, sabemos que en la proximidad física y emocional encontramos alivio y paz.
La complejidad de la situación actual, desatada a raíz de la pandemia, es sin duda el caldo de cultivo perfecto para que se activen nuestros mecanismos de defensa ante el peligro, que implican reacciones físicas automáticas como la subida de nuestra presión arterial y de nuestra frecuencia cardiaca. La amígdala, el centro de el miedo y la angustia en nuestro cerebro, se activa y el área de nuestro córtex frontal responsable del juicio, la compasión y la auto-consciencia, se desregula. Además, se anula la función del nervio vago, que interactúa especialmente con el sistema inmune y el sistema nervioso central y cumple funciones motoras en la laringe, el diafragma, el estómago, el corazón.
Ante esta cascada de emociones sin control, hay algunas herramientas que podemos usar para volver a restablecer nuestro orden interior:
- Meditación y mindfulness: el simple hecho de inspirar y expirar de un modo consciente nos conecta con nuestro cuerpo, con el aquí y el ahora, y ayuda a restablecer cierto equilibrio en nuestro sistema nervioso.
- Desbloquéate bailando: colócate de pie, con tus pies separados al ancho de los hombros y las rodillas dobladas. Empieza a moverte desde tus pies, y sigue por las rodillas, caderas y hombros. Notarás que tu cuerpo se empieza a aflojar, y las emociones comienzan a liberarse.
- Pon música: la música te permitirá expresarte si dejas a tu cuerpo moverse como el quiera y sienta en ese momento.
Para comenzar a practicar este sistema, puedes probar con una disciplina denominada Suco Sessions, entrenamientos que unen meditación, yoga, baile y juegos, con el objetivo de ejercitar “corazón, cuerpo y alma”. Su creador, Jaime Barón, que guía las sesiones, afirma que “no es fácil definirlo porque no existe nada parecido. Es una comunidad, una forma de estar juntos, de hacer algo con otras personas, sin estímulos del exterior. Te permite conectar, tanto contigo como con el otro. Sentirte libre, divertirte, dejarte llevar”. Durante esta época de cuarentena, ofrecen clases en directo miércoles y sábados a través de sus canales sociales en un amplio horario.
Conectar en tiempos de distancia
Justo es en momentos como el actual es cuando los seres humanos necesitamos más conexión entre nosotros. Sin embargo, objetivamente estamos desconectados: no vamos a trabajar, no compartimos momentos con otros, debemos estar en casa aislados el mayor tiempo posible, no podemos abrazar alguien libremente como hacíamos antes.... ¿Cómo lo conseguimos entonces? Con gestos. Por ejemplo, el contacto visual con la gente cuando nos crucemos con ella, no con una mirada asustada y desconfiada sino amable; una sonrisa o una simple pregunta sobre qué tal le va o cómo se siente.
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