Covid-19

«La fatiga visual y el ojo seco son consecuencias del confinamiento»

Entrevista a Fernando Llovet, oftalmólogo, director médico y cofundador de Clínica Baviera

Fernando Llovet, oftalmólogo, director médico y cofundador de Clínica Baviera
Fernando Llovet, oftalmólogo, director médico y cofundador de Clínica BavieralarazonFreelance

-¿Ha afectado el confinamiento a nuestros ojos?

-Sí. En una situación en la cual se debe permanecer durante semanas en un espacio pequeño, como puede ser un piso, y no se ejercita la visión lejana de la misma manera que cuando hacemos nuestra vida habitual, es evidente que nuestros ojos pueden verse afectados. Para explicarlo más fácilmente podríamos decir que el ojo humano funciona como una cámara autofocus y, gracias a una lente llamada cristalino que tenemos detrás de la pupila, nuestros ojos pueden enfocar a varias distancias, es lo que denominamos «proceso de acomodación». Si estamos en espacios cerrados durante muchas horas lo que más ejercitamos es la visión cercana, dejando de usar la visión lejana, esto puede ocasionar fatiga visual y visión lejana borrosa.

-¿Y el «atracón» de pantallas y dispositivos móviles podría tener también consecuencias? ¿En qué se traduce?

-Una de las principales molestias que produce el uso excesivo de las pantallas es la sequedad ocular. Así, el que ya padecía ojo seco va a notar un incremento en sus síntomas y quienes no lo padecían van a experimentar también cierta sensación de sequedad. Esto se debe a que cuando estamos durante mucho tiempo mirando una pantalla, además de fijar la vista continuamente a una distancia cercana y no ejercitar la acomodación, la velocidad de parpadeo es menor y esto hace que la secreción lagrimal disminuya, provocando sequedad ocular. Además estamos en espacios cerrados, con menos ventilación, y los ordenadores y las tabletas despiden calor que pueden acrecentar aún más esta sequedad ambiental. Por tanto, podríamos decir que la fatiga visual y la sequedad ocular son los dos síntomas principales derivados del confinamiento

-¿Y, se puede evitar, tiene solución?

-Para mitigar estas molestias visuales podemos seguir algunos consejos. Uno de los más importantes es que cuando estemos trabajando con el ordenador descansemos cinco minutos como mínimo cada hora, y si podemos mirar a lo lejos a través de una ventana mejor aún. Con esto conseguimos ejercitar la función de enfoque de nuestros ojos. También sería positivo intentar trabajar en una habitación bien ventilada (para evitar los ambientes cargados), si es posible con luz natural y evitando los reflejos en las pantallas y poner la pantalla a una distancia de unos 50 centímetros. También se debe intentar no abusar tanto de las pantallas y, si la sensación de sequedad es intensa, se pueden utilizar gotas lubricantes para los ojos.

-¿Podría producir un aumento de la miopía o la presbicia?

-En principio no. En una persona adulta el hecho de mirar mucho de cerca no va a hacer que sea miope o que, si ya tenía miopía, aumente el número de dioptrías que padece. En cuanto a la vista cansada o presbicia se trata de un defecto visual que está ligado a la edad, no de si lees mucho o poco o si trabajas mucho con ordenador. Es parte del proceso de envejecimiento y suele aparecer entre los 40 y los 45 años y se va incrementando con la edad. Lo que sí que puede pasar es que una persona que lea mucho pueda notar antes los síntomas de la presbicia, es decir la dificultad de enfocar los objetos que tenemos más cercanos.

-Pusieron en marcha un consultorio para atender preguntas de la gente. ¿Cuáles han sido las más frecuentes?

-Durante ocho semanas hemos tenido activo un consultorio oftalmológico on line gratuito para resolver dudas médicas y evitar posibles desplazamientos. Nuestro objetivo era contribuir a descongestionar las urgencias oftalmológicas de la sanidad pública y ayudar a que el mayor número de los recursos disponibles en los centros sanitarios se destinara a la lucha contra el Covid-19. Las consultas recibidas han sido más de 1.000 y se ha atendido a pacientes de todas las edades y de toda la geografía española. Los temas de consulta han sido de diferente índole: personas que tenían problemas oculares previos y habían notado algún cambio en su sintomatología, o pacientes que tenían tratamientos pendientes y tenían dudas de la medicación... y, sobre todo, hemos tenido muchísimas consultas derivadas de las molestias ocasionadas por el ojo seco.

-¿Y han retomado ya la actividad?

-Con el fin ayudar a frenar la propagación de los contagios, Clínica Baviera tomó la decisión, antes incluso de que el Gobierno decidiese el confinamiento, de cerrar temporalmente todas sus clínicas, pero mantuvimos en cada una de ellas un equipo que pudiese atender las posibles urgencias. Hace tres semanas retomamos la actividad, pero activando unas exhaustivas medidas de precaución y protección, tanto para los pacientes como para el personal sanitario. Entre otras medidas hemos restringido los aforos, hemos colocado mamparas protectoras, todo nuestro personal dispone de equipos de protección personal. Los centros cuentan con geles hidroalcohólicos y productos de desinfección en distintos puntos, hemos colocado carteles informando sobre las medidas de prevención e higiene y marcas para determinar la separación entre persona y persona.