Cirugía
«Antes una radiocirugía cerebral duraba 12 horas y hoy 30 minutos»
Entrevista al Dr. Severiano Cortés, director de la Unidad de Neurocirugía del Hospital Quirónsalud Zaragoza
-¿Cuáles son los tumores cerebrales más frecuentes: los primarios o los que se diseminan por metástasis?
-Dentro del cráneo puede haber tumores primarios, que se originan de las distintas estirpes celulares que forman el cerebro y sus cubiertas; y metástasis cerebrales, secundarias a tumores de otra localización, que se asientan en el cerebro por extensión desde otros órganos. La proporción aproximada entre los tumores cerebrales primarios y las metástasis cerebrales, según varios estudios, es aproximadamente de 2 a 1. Existe, dentro de los tumores cerebrales, una gran heterogeneidad en su comportamiento, encontrando, desde benignos sin crecimiento ni capacidad de extensión, hasta muy malignos, con un crecimiento explosivo, difícil de controlar. Cabe destacar que entre los tumores primarios más frecuentes está el meningioma, de comportamiento benigno, el adenoma de hipófisis, también benigno, el glioblastoma multiforme, con una alta tendencia al crecimiento y la recidiva y el neurinoma del acústico, también benigno. En cuanto a las metástasis cerebrales, las más frecuentes son las del cáncer de pulmón y del cáncer de mama.
-En el caso de los tumores malignos, ¿ha cambiado la supervivencia con los nuevos métodos de tratamiento?
-En los últimos 20 años se han producido varios hitos que han cambiado tanto la mortalidad y las secuelas, como la supervivencia a largo plazo de los mismos. El primero en importancia es la mejora de los fármacos usados en quimioterapia, con efectos secundarios menores y una mayor eficacia en el control tumoral, al contar con dianas celulares más específicas, lo que permite administrar tratamientos más largos y más lesivos con el tumor. Esto es válido para los tumores cerebrales primarios malignos y para las metástasis cerebrales. El segundo hito sería el desarrollo tecnológico en el campo de la cirugía. Diferentes sistemas como neuronavegadores, que permiten una planificación virtual de la cirugía, la utilización de pigmentos que tiñen el tumor para diferenciarlo del cerebro sano en el acto quirúrgico o la posibilidad de estimular el cerebro y comprobar su función mientras estamos interviniendo han pasado de ser «ciencia ficción» a ser herramientas cotidianas, que nos han permitido resecciones más ambiciosas, disminuyendo el riesgo de muerte y de complicaciones postquirúrgicas. Por último, la radioterapia también ha experimentado un avance tecnológico rapidísimo, donde las posibilidades de irradiar lesiones tumorales a altas dosis se han multiplicado, a la vez que se ha reducido la dosis que reciben las estructuras sanas.
-Quirónsalud ha incorporado la radiocirugía para el tratamiento de tumores cerebrales por primera vez en la sanidad privada en Aragón. ¿En qué consiste?
-Es una técnica en la que se aúna el conocimiento de un equipo multidisciplinar formado por neurocirujanos, radioterapeutas, y físicos médicos, para conseguir tratar lesiones cerebrales con altas dosis de radiación, sin recibir radiación las estructuras funcionales cerebrales, sensibles a la misma. El acelerador lineal es capaz de repartir la radiación de tal forma que la va a concentrar en la lesión a tratar, sin dañar el resto del tejido. Con los modelos de última generación es posible dibujar casi cualquier forma con una precisión milimétrica y generar una destrucción celular, casi total, en el área determinada previamente.
-Sirve para garantizar el tratamiento radical de la metástasis pero, ¿para qué tipo de tumor está indicado?
-La radiocirugía es capaz de tratar múltiples metástasis, siempre que no excedan un tamaño determinado. Es especialmente eficaz en aquellas lesiones de menos de 30 mm de diámetro. Puede utilizarse de manera única o asociada a microcirugía, en función de las características de la metástasis y del enfermo. Resulta muy útil, por ejemplo, en pacientes con patologías previas, que no tolerarían una cirugía craneal y también como refuerzo de la cirugía de metástasis de gran tamaño. También es una opción preferente en lesiones benignas como meningiomas, neurinomas del acústico e incluso adenomas hipofisarios, cercanos a estructuras vitales y donde la cirugía suponga un riesgo importante. Es un tratamiento que multiplica nuestras opciones para optimizar la asistencia de cualquier enfermo oncológico cerebral, bien como tratamiento único, o como ayuda al resto de los tratamientos existentes en los tumores cerebrales.
-¿En cuánto tiempo se hace?
-Cuando la técnica se inició era muy aparatosa, había que colocar un marco al enfermo con tornillos craneales, con dolor y duraba unas 12 horas. Hoy se realizan marcos inmovilizadores a medida, indoloros, que se llevan a cabo en unos 20 minutos. Después, se coloca al enfermo en el acelerador lineal y en diez minutos la técnica se realiza sin problemas.
-¿Es una intervención o varias?
-Normalmente, se emplea una sola sesión, aunque en cierto tipo de tumores, pueden ser necesarias 2 o 3. Cuando no se consigue el control de la lesión puede repetirse. Eso sí, si la metástasis es resistente al tratamiento con radiocirugía en la primera ocasión, es muy complicado que responda en una segunda.
-¿Cómo es la convalecencia?
-Es un procedimiento muy poco invasivo y con pocos efectos adversos. Al producir necrosis celular, también hay inflamación y edema cerebral, por lo que puede aparecer cefalea leve, acompañada de mareos, que se trata con dosis bajas de corticoides. En la mayoría de casos, la técnica se tolera muy bien y los enfermos no tienen sensación de haber sido tratados.
-La prevención resulta esencial. ¿Qué síntomas debemos tener en cuenta?
-Los síntomas que presentan los tumores cerebrales son dolor de cabeza intenso, que no cede con analgésicos y se acompaña de náuseas, vómitos y visión borrosa. También pueden debutar como convulsiones, mareos y cambios marcados de la personalidad y el comportamiento.En la mayoría de los tumores cerebrales, no se han detectado factores de riesgo epidemiológico que permitan realizar una prevención activa. El único factor de riesgo conocido en los tumores cerebrales primarios es la exposición a la radiación. Sin embargo, el diagnóstico precoz sí que es muy importante, sobre todo en los tumores benignos.
-¿Cuántos casos se diagnostican al año en España?
-Según los estudios disponibles, se diagnostican unos 5.000 tumores cerebrales primarios y 2.500 metástasis cerebrales.
-¿A qué edad es más frecuente?
-El grupo de pacientes con mayor incidencia son los mayores de 80 años.
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