Salud

«Humanizar en Pediatría es ponerse a la altura de ese paciente y darle confianza»

Enrique de la Orden, jefe de Pediatría del Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro, desgrana las claves de la humanización

Enrique de la Orden, jefe de pediatría del Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro
Enrique de la Orden, jefe de pediatría del Hospital Universitario Infanta Elena de ValdemoroCipriano Pastrano DelgadoLa Razón

Enrique de la Orden, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro, Madrid desgrana las claves de la humanización en los hospitales:

1. El Índice de Humanización de Hospitales Infantiles ha premiado al Servicio de Obstetricia y Pediatría del Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro. ¿Qué supone este reconocimiento?

Significa un reconocimiento público a nuestro compromiso de ayudar a que el niño y su familia vivan lo mejor posible su paso por nuestro hospital, pero más allá de eso, supone la sensación propia de un deber asistencial cumplido y la satisfacción personal de un trabajo bien realizado.

2. ¿Desde cuándo cuentan con esta iniciativa en su hospital?

El programa Alta Temprana en Neonatología era un proyecto en el cuál ya trabajábamos pero que no estaba completamente instaurado. Esta iniciativa se «adelantó» con el inicio de la pandemia, que nos sirvió como empujón final a su implantación. El resto del proyecto fueron medidas que se implementaron de forma inmediata tras la llegada de la Covid-19 para garantizar la accesibilidad de los pacientes.

3. ¿Cómo ha influido la pandemia en este proyecto?

Demostró que todos nuestros profesionales, sanitarios y no sanitarios, son conscientes de su deber asistencial y que el trabajo en equipo, tanto dentro de cada servicio, como entre servicios y entre personal asistencial y no asistencial, es muy importante. Este proyecto no habría funcionado si todos no hubiéramos colaborado desde nuestro margen de actuación.

4. ¿Qué papel ha jugado la digitalización y la telemedicina en este proceso?

La infraestructura digital de nuestro hospital previa a la pandemia nos dio la oportunidad de actuar de forma inmediata y mantener un contacto cercano con nuestros pacientes. Antes era una herramienta más para el médico-enfermera-paciente; después del inicio de la pandemia se convirtió en una necesidad, y para nosotros en una gran ventaja.

5. ¿Y de qué manera se han ido adaptando a la propia evolución de la pandemia?

Hemos revisado continuamente los circuitos para adaptarlos a las necesidades cambiantes y recomendaciones oficiales mediante reuniones interdisciplinares entre pediatras, ginecólogos y preventivistas. Hemos monitorizado la actividad mediante cuadros de mando y vigilancia de indicadores y hemos recogido las opiniones de los pacientes para adaptarnos a situaciones concretas que no nos habíamos planteado.

6. ¿En qué se traduce esa humanización de cara al trato directo y personal con el paciente?

En conseguir una mayor empatía con el paciente, en hacerle sentir que le comprendemos y que trabajamos para que su experiencia sea mejor. Y también se traduce en poner pasión y emoción a nuestro labor, en definitiva, unas cualidades puramente humanas.

7. Echando la vista atrás, ¿qué cuestiones destacaría que han cambiado en su servicio gracias a esta iniciativa?

Ha cambiado nuestra percepción de las prioridades, ha mejorado nuestra autoconfianza y ha reforzado nuestra unidad como equipo dentro del propio hospital, independientemente del servicio.

8. ¿Cuáles son las principales ventajas que aporta esa humanización en el trato al paciente pediátrico?

El paciente pediátrico es especial porque va unido a su familia. El niño tiene sus necesidades de vivencia: ausencia de dolor, no sentirse invadido o no respetado, sentirse seguro y confiado. Por su parte, la familia necesita estar confiada, descansada, sentir que se responde a las necesidades de su niño enfermo y comprendida ante situaciones que le generan incertidumbre. La humanización del paciente pediátrico sitúa al niño y a su familia en el centro de la asistencia buscando responder de forma holística a sus necesidades individuales y colectivas.

9. ¿Considera que la humanización en salud es especialmente necesaria cuando se trata del servicio de Pediatría?

Por supuesto, cualquiera de nosotros, en mayor o menor medida, de adulto ha tenido experiencias relacionadas con su salud o con la de sus seres queridos que ha vivido con dolor y miedo y otras emociones que puede comprender de una forma racional. El niño sin embargo las vive desde su propia perspectiva, no siempre coincidente con la perspectiva de un adulto. Humanizar en Pediatría implica saber comunicarse con el paciente pediátrico, ponerte a su altura, transmitirle confianza y ganarse la suya y, además, hacer lo mismo con su familia, pero desde perspectivas diferentes.

10. ¿Qué otros proyectos de humanización en la atención pediátrica tienen en marcha o van a implementar?

Actualmente estamos trabajando en mejorar las infraestructuras del hospital según las necesidades que plantean los pacientes, fomentar un plan de formación específico en el servicio que incluya habilidades de comunicación con el paciente pediátrico y mejoras asistenciales, continuar con nuestro programa de transición de enfermedades crónicas, optimizar la coordinación con Psiquiatría para valorar el impacto emocional de la enfermedad, crear una unidad de adolescentes en consultas externas y otras medidas enmarcadas en cada proceso asistencial materno-infantil, como por ejemplo pasar la Fase IV de la acreditación IHAN-Unicef en humanización en la asistencia al nacimiento y lactancia.