Aerosoles medicinales del bosque

En la mayoría de los casos, los virus se propagan por el aire por medio de gotitas relativamente grandes (que se desprenden al exhalar, toser o estornudar) y posiblemente también por medio de aerosoles, partículas diminutas que flotan en el aire, mucho más pequeñas que las gotas. ¿Sabía que hay aerosoles que nos gusta inhalar en especial?

El bosque exhala aerosoles que, constituidos principalmente por terpenos y terpenoides, tienen propiedades antiinflamatorias y ansiolíticas. Estas sustancias forman parte del efecto beneficioso para la salud que se obtiene con los baños del bosque o Shinrin Yoku. Dado que la actual pandemia pone a prueba nuestro sistema inmune, lo mejor que se puede hacer es acudir a zonas boscosas, pues estos aerosoles tienen un efecto positivo en los pulmones y hacen que su cerebro sea más resistente al estrés.

Diferentes terpenos y terpenoides son expulsados por hojas, ramas y troncos de árboles. Otros se sintetizan para defenderse contra la infiltración de un patógeno. Todos ejercen una fuerte influencia antiinflamatoria en nuestro sistema inmunitario al inhibir las citoquinas proinflamatorias como diversas interleucinas, el factor de necrosis tumoral-alfa al inhibir el factor nuclear-kappa B, el factor de transcripción que desencadena una reacción inflamatoria. Los pulmones y el cerebro son los que más se benefician cuando damos un paseo por el monte. Los estudios en animales demuestran que la exposición preventiva a ciertos terpenos y terpenoides inhibe la producción de sustancias proinflamatorias en el líquido alveolar en caso de daño pulmonar. Y tienen un efecto antioxidante. Por lo tanto, caminar por estos entornos podría reducir el riesgo de desarrollar neumonía.

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